Xenofobia, odio, homofobia, calumnia. A juicio de ciudadanos y políticos consultados, todo eso brotó del discurso que emitió en el pleno de la Asamblea Nacional la diputada Zulay Rodríguez.
Ocurrió la tarde del pasado lunes 19 de octubre durante el periodo de incidencias. Rodríguez, militante del oficialista Partido Revolucionario Democrático, se refería al proyecto de ley 420 que regula las tasas de interés de los bancos. Defendía la iniciativa, cuestionaba al sistema bancario panameño, y lo tildaba de “usurero”.
En medio de su diatriba, mencionó al banquero Roberto Brenes, el protagonista del Knockout de La Prensa del pasado domingo 18 de octubre.
“Ahora le toca a Roberto Brenes, esposo de Mercedes Eleta. Yo lo escuché y encima leí su Knockout que escribió la colombiana frustrada. Flor [Mizrachi] tu tienes una fijación conmigo. ¿Tu estás enamorada de mi? que si estaba gorda, que si no estaba gorda. Osea, sal de closet. Sal del closet”, dijo.
El recinto legislativo, se llenó de gritos, aplausos, y risas cómplices.
La diputada siguió hablando. “Señor Roberto Brenes, le digo algo...atrevido e irrespetuoso. Un hombre que se refiere de esa forma como usted se refirió a mí en buen panameño... yo le mando el siguiente mensaje: usted como hombre pierde aceite por el mofle, y todo el país y su comunidad lo sabe. Y usted sabe a que me estoy refiriendo”.
¿Qué dijo Brenes?
En el Knockout, la periodista Flor Mizrachi le pidió a Roberto Brenes que definiera a Zulay Rodríguez en una palabra. “Chavista”, contestó Brenes.
También le consultó su opinión sobre los proyectos de ley sobre banca, y el entrevistado manifestó: “los mueve Zulay Rodríguez y solo generarán escasez y dolor a la clase que ella dice proteger”.
La dignidad
Cuando el video de la diputada perredista se hizo público a través de las redes sociales, empezó un candente debate. Pero, esta vez la discusión no sólo descansó en la inmunidad que tienen los diputados para hablar de lo que quieran en el pleno legislativo, sin que eso tenga consecuencias. (Artículo 154 de la Constitución).
La controversia también profundizó sobre la manera como se atacó y denigró la dignidad humana. Aquí los ejemplos: xenofobia: “la colombiana frustrada”. Homofobia: “sal de closet, sal del closet”. Odio, burla, y calumnia: “usted como hombre pierde aceite por el mofle, y todo el país y su comunidad lo sabe. Y usted sabe a que me estoy refiriendo”.
La arquitecta Raisa Banfield, ex vicealcaldesa de Ciudad de Panamá, lo explicó de esta manera: “Utilizar la curul que la voluntad popular le otorga al diputado/da para defender los intereses del Estado, para denigrar y atacar la integridad humana de manera impune, es un despropósito al servicio con el que se comprometen y se consagra en la Constitución. Pero considero un agravante cuando quien agrede de tal manera es una diputada. La lucha por la equidad en política es muy ardua y cuesta mucho a las mujeres llegar para elevar el sistema. En cambio, ocupar esos espacios para repetir los errores que tradicionalmente han cometido los hombres , es un despropósito y un retroceso. Ciertamente la vulgaridad y el irrespeto no tienen género; los principios y valores deben ser acervo de todos los seres humanos; pero una mujer puede mucho más que solo repetir patrones masculinizados para demostrar poder y aceptación popular”.
El discurso de Zulay Rodríguez se dio el mismo día en que la Asamblea Nacional aprobó en segundo debate el proyecto de ley 394 que adopta medidas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia política contra la mujer. Este medio llamó a la diputada Kayra Harding, una de las que impulsa la iniciativa, con el propósito de que emitiera un comentario sobre las palabras de su copartidaria, pero, no respondió. También se le formuló la pregunta vía WhatsApp, y pese a que la leyó, no contestó. Tampoco respondió Yanibel Ábrego, diputada que defendió la propuesta e incluso se declaró víctima de ataques por ser mujer y política.
En cambio, Leandro Ávila, diputado del PRD, sí contestó. “Creo en el respeto mutuo y si eso se logra construimos una mejor sociedad”, argumentó.
Iván Chanis, presidente de la Fundación Iguales, organización que vela por los derechos de la comunidad LGTBIQ+, repudió el discurso de la diputada : “El mundo se encuentra polarizado, por lo que es indispensable que nuestros representantes sean portadores de mensajes de unidad y entendimiento. Así, los discursos divisorios y discriminadores no deberían ser aceptados. No siendo la homosexualidad un insulto, ni el haber nacido en nuestro hermano país, la narrativa comunicada desde la Asamblea busca generar morbo, acompañado de un discurso violento. Ningún discurso de odio, sea quien sea quien lo diga, debe ser aceptado. Menos aún escudarse desde una tribuna que debe ser un espacio de entendimiento, para tratar de amedrentar a periodistas y miembros de la sociedad civil de Panamá”, argumentó.
José Isabel Blandón, presidente del opositor Partido Panameñista, también se unió al debate: “no quiero que se termine el día sin decir que me duele lo bajo que ha caído el nivel del debate en la Asamblea. Esa intervención de la diputada PRD es deleznable y propia de mentalidades autoritarias. Más triste aún que haya quien lo celebre, sin entender la gravedad del hecho”, escribió en su cuenta de Twitter.
No quiero que se termine el día sin decir que me duele lo bajo que ha caído el nivel del debate en la Asamblea. Esa intervención de la diputada PRD es deleznable y propia de mentalidades autoritarias. Más triste aún que haya quien lo celebre, sin entender la gravedad del hecho.
— José Isabel Blandón (@BlandonJose) October 20, 2020
El abogado Ernesto Cedeño, por su lado, analizó el tema desde el punto de vista legal, y además haciendo énfasis en el deber de los diputados. “Actualmente hemos visto cómo algunos diputados, de manera poco profesional y con falta del apropiado juicio, emiten improperios que afectan la reputación de ciudadanos respetables, en la República de Panamá, sin responsabilidad alguna, por el privilegio constitucional del artículo 154. Esta práctica mal sana, debiera cesar, toda vez que no contribuye con la paz social ni con el respeto de las buenas costumbres. Si los diputados no transitan por las vías adecuadas de la ética, un estallido social podría avecinarse en un futuro inmediato, sin duda alguna. Lo penoso no es lo que habló la diputada sino que ningún diputado objetó la disertación en el momento”.
También reaccionaron Twitter; Guido Rodríguez, Carlos Ernesto González Ramírez, Alvaro Alvarado, Edwin Cabrera, entre otros.
Amparados en un artículo de la Constitución Política, diseñado para otro propósito, diputados usan su curul para insultar a ciudadanos decentes y para sus propósitos demagógicis y populistas. Insultos y ofensas no son ni opinión ni voto. El Código de Ética está de adorno.
— Guido A. Rodriguez L. Nieto e hijo de inmigrantes. (@Guidoale1961) October 20, 2020
Usar el período de incidencias para calumniar nunca estuvo en la mente de nadie durante la reforma constitucional que eliminó la inmunidad parlamentaria para otras cosas. Sin duda, fuera de los debates de fondo, la inmunidad de la constitución no se presta para este abuso.
— Carlos Ernesto, esposo y nieto de inmigrante (@anseatico) October 20, 2020
Cada vez que un diputado, amparado en el Artículo 154 de la Constitución, hace mal uso de la hora de incidencia para calumniar, injuriar, insultar, mentir, etc., a una persona, lo único que logran es hundir más en el desprestigio y mayor repudio a la @asambleapa
— Edwin Cabrera (@EdwinECabreraU) October 20, 2020
Mientras tanto cualquier diputado se para en su curul y dice cualquier SALVAJIDAD contra quien le da la gana sin que nadie pueda hacer nada, amparados en el artículo 154 de la constitución. Descarados. pic.twitter.com/0n5PKcEPt0
— Alvaro Alvarado (@AlvaroAlvaradoC) October 20, 2020
Según la HD Zulay Rodríguez hay gente necesita un muffler nuevo. pic.twitter.com/JbFyj2F0Xg
— Ricardo Martinelli (@rmartinelli) October 19, 2020