Panamá cayó dos posiciones en la última edición del Índice Chapultepec de Libertad de Expresión y Prensa, ubicándose en el octavo lugar con una puntuación de 61.73 sobre 100. En la medición anterior Panamá obtuvo 65.24 puntos y se colocó en la sexta posición.
Este retroceso de 3.5 puntos refleja los desafíos que enfrentó el país, especialmente durante las protestas sociales de finales de 2023 y las elecciones generales de 2024, que marcaron episodios críticos en el ejercicio de la prensa libre.
A pesar de que Panamá se mantiene en el grupo de baja restricción, los eventos recientes afectaron su clasificación.
El informe señala que las agresiones a periodistas durante las movilizaciones por el contrato con Minera Panamá, sumadas a las tensiones preelectorales, donde la incertidumbre sobre la candidatura de Ricardo Martinelli complicó la cobertura mediática, fueron determinantes para este descenso.
Las denuncias sobre la distribución de la pauta publicitaria gubernamental entre medios afines y las campañas sucias también influyeron en la percepción de mayor control del gobierno sobre los medios.
En cuanto a las instituciones, el entorno ejecutivo muestra una influencia moderada en la libertad de expresión, mientras que el legislativo es criticado por su falta de transparencia. En el caso del poder judicial, también afecta la libertad de prensa con un puntaje de 1.79, esto tiene un impacto considerable a través de la aplicación del Código Penal, que clasifica la injuria y la calumnia como delitos, lo que ha llevado a un uso indebido de las leyes para silenciar a medios y periodistas.
Las sanciones por injurias pueden ser severas, y aunque no se imponen penas a servidores públicos, las demandas civiles pueden resultar muy costosas. Se espera que, con el nuevo quinquenio gubernamental, se promuevan reformas para proteger la libertad de prensa en el país.
El documento fue presentado en el marco de la 80 Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se celebra en Argentina, entre el 17 y el 20 de octubre.