Cemento, arena, piedras, madera y demás desperdicios que las empresas constructoras de proyectos inmobiliarios en Punta Pacífica vierten al sistema de alcantarillado, no solo provocan inundaciones, también representan un peligro para quienes les dan mantenimiento a las líneas.
Después de las inundaciones de este miércoles en esa área del corregimiento de San Francisco, Eliécer Broce, director nacional de Inspección del Ministerio de Obras Públicas (MOP), hizo ayer un recorrido por el lugar y explicó que las paredes que sostienen el alcantarillado están tan debilitadas que podrían desplomarse.
Ante esta realidad, no se puede enviar a los trabajadores de la institución a limpiar las alcantarillas, por lo que deberán usar máquinas de inyección de hormigón para reforzar las paredes, trabajos que empezaron ayer y se extenderán por cinco días, dijo el funcionario.
Desde hace dos años el MOP ha intentado limpiar las tuberías de 50 metros de diámetro, soterradas a 8 metros de profundidad. Sin embargo, estas siempre se obstruyen en dos puntos entre Punta Pacífica y Paitilla. Y ahora hay un tercer punto taponado, justo frente al Trump Ocean Club, edificio propiedad del multimillonario estadounidense Donald Trump, el cual fue inaugurado el día de las inundaciones.
Para hacer los trabajos de mantenimiento de la red urbana e interurbana, el MOP invierte anualmente en todo el país 70 millones de dólares, entre maquinaria, personal y equipo de seguridad, confirmó Jorge Chow, director Nacional de Mantenimiento del ministerio.
Federico Suárez, titular de Obras Públicas, advirtió ayer a las constructoras que si no pagan las multas –las cuales oscilan entre 10 dólares y 10 mil dólares– y siguen arrojando desechos, no se les entregarán los permisos de ocupación.
Por su parte Kevin Moncada Luna, corregidor de San Francisco, dijo que en el último operativo hecho el 23 de junio pasado se citó a siete empresas por echar desperdicios en lugares inapropiados. Al preguntársele sobre los nombres de dichos proyectos, dijo no tenerlos a mano.
Por su parte, Nayla Gutiérrez y Leidis Correa, administradoras de las torres Pacific View y Pacific Star, respectivamente, coincidieron en que cada vez que llueve se inundan los estacionamientos. Agregaron que las aguas servidas se regresan por las tuberías de los primeros pisos.
Arturo Alvarado, director del Sistema Nacional de Protección Civil, dijo que como había marea baja, las anegaciones no fueron peores.