Las señales rusas en el istmo

Las señales rusas en el istmo


La ley del trópico no perdona. Los rusos, que construyen su embajada a orillas del Canal, enfrentan problemas similares a los que encontraron los franceses y estadounidenses cuando llegaron al istmo a construir el Canal de Panamá, hace más de un siglo.

El relieve del terreno en Albrook, las lluvias y los mosquitos son algunos de los problemas que han tenido que sortear los rusos para la construcción de su nueva sede diplomática en la calle San Petersburgo, cerca del vecindario que reclama por el ruido de las maquinarias.

Alexander Gontar, primer subsecretario de la embajada de la Federación de Rusia, señala que aún con estos inconvenientes esperan terminar el edificio de la embajada –que consiste en tres pisos, piscina y estacionamientos– en 2011. Desde enero de este año empezaron los trabajos, que están a cargo de la compañía Strom. El diseño del edificio fue hecho en Rusia y luego fue adaptado a las normas de construcción panameñas. El proyecto llevaba varios años de retraso.

En Panamá los rusos son pocos. Hay unos 300 registrados en la embajada, según Gontar, pero últimamente –dice– vienen muchos hombres de negocios.

Igualmente, aquí hay muchas familias rusas emparentadas con panameños, ya que en las décadas de 1960 y 1970 muchos panameños estudiaron en lo que era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Muchos se casaron allá y se trajeron a sus parejas.

Asimismo, existe una Asociación Panameña de Profesionales Egresados de Rusia, Europa del Este, Asia Central y Cuba y una Asociación Cultural Rusa, las cuales agrupan a varios centenares de rusos y panameños. De hecho, en Panamá circula un boletín informativo en ruso -El Tiempo de Noticias- que ya lleva siete ediciones.

PUNTO ESTRATÉGICO

Pero tal vez la voz más potente de los rusos en la región sea su canal de televisión que inició operaciones este año en Panamá. Se trata de Inter Russia TV (ITR TV), el primero de su tipo en lengua rusa dirigido a América Latina.

Luis Romero, panameño casado con la rusa Lily Chernia, y quien inicialmente coordinó la programación del canal, dijo que las transmisiones vía satélite para América Latina comenzaron el 30 de marzo pasado con la idea de llegar a unos 500 mil rusohablantes que habitan la región. Se transmite por el “Canal 210” (Cable Onda).

Romero trabajó como director de programación, pero la empresa, que invirtió 2.5 millones de dólares, decidió posponer la producción regional debido al impacto de la crisis económica.

“América Latina es una prioridad en nuestra política exterior”, dijo Gontar, quien aclaró que esta fue una iniciativa privada, pero que demuestra el interés por la región. Recordó la visita del presidente ruso, Dimitri Medvedev, en noviembre de 2008 a países como Cuba Perú, Brasil y Venezuela.

IGLESIA ORTODOXA RUSA

Muy cerca de donde las máquinas trabajan en acondicionar el terreno para construir la embajada, está la parroquia del Manto de la Santísima Virgen, cuyo superior es el sacerdote Alexander Gorbunov.

La iglesia funciona en una casa en la calle La Arboleda, pero existen planes para construir una como Dios manda.

Sería como las antiguas de Rusia con sus cúpulas acebolladas y con espacio para actividades culturales, a un costo de 700 mil dólares, explicó Gorbunov, quien todos los domingos, a las 10:00 a.m., oficia misa.

Gorbunov tiene su sede en Panamá, pero atiende países como Colombia, República Dominicana, Nicaragua, Guatemala y Costa Rica.

Los ortodoxos rusos (con unos 135 millones de files en todo el mundo) se reconocen a sí mismos como católicos y apostólicos. Aceptan al patriarca de Moscú y de todas las Rusias–Kiril–, en vez del papa Benedicto XVI.

El significado del Chabanenko

El 5 de diciembre de 2008 un buque de guerra ruso –el destructor Almirante C habanenko– inició la travesía por el Canal de Panamá desde el Caribe hasta el Pacífico. Era la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial (1945) que un barco de la armada del país símbolo del socialismo en el siglo pasado cruzaba el Canal, esa obra de ingeniería construida por Estados Unidos (EU) y bisagra del comercio mundial. El navío había participado en maniobras con la flota venezolana que marcaron el regreso de la presencia militar de Moscú en el Caribe desde la Guerra Fría, período comprendido entre 1947 y 1989 en el cual EU y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) mantuvieron unas relaciones bastante tensas. Durante la Guerra Fría los buques de guerra de la URSS tenían vedado el paso por el Canal controlado por EU hasta el año 2000.

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