La ministra de Gobierno, Dinoska Montalvo, informó este jueves que tres de los migrantes deportados desde Estados Unidos (EU) han solicitado refugio en Panamá.
Según explicó en el programa Noticia 180 minutos, conducido por el periodista Álvaro Alvarado, estas personas también han pedido apoyo a organismos internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) para tramitar asilo en otros países, como Canadá.
“Cosa curiosa también es que las mismas personas que invocaron el refugio, también han solicitado a los organismos internacionales que les faciliten poder hacer el trámite para solicitar refugio en un país como Canadá, por ejemplo”, contó la ministra.
Montalvo destacó que el gobierno panameño, a través de la Oficina Nacional para la Atención de los Refugiados, ha brindado apoyo a los migrantes en su proceso de comunicación, facilitándoles traductores. “Panamá los está apoyando”, enfatizó.

Un proceso en medio de la incertidumbre
En total, Panamá recibió 299 personas deportadas de EU a Panamá, como parte de un acuerdo de cooperación entre ambos países, según asegura el presidente de la República José Raúl Mulino. Sin embargo, la medida ha ocasionado múltiples preguntas debido a la legalidad que sustenta ese operativo. Mulino y el equipo a cargo del proceso alegan que está basado en el memorándum de entendimiento firmado entre los dos países en julio de 2024.

Al menos 97 de estos migrantes, provenientes de países como Afganistán, Irán y China, se niegan a regresar a sus lugares de origen y han sido trasladados al albergue de San Vicente, en la comunidad de Metetí, Darién.
Algunos de estos migrantes mostraron carteles desde el hotel Decápolis, donde inicialmente fueron alojados, con mensajes como “Salven a las chicas afganas” y “No estamos seguras en nuestro país”, lo que evidenció su temor a la deportación.
Este jueves, el presidente Mulino defendió el operativo y rechazó las críticas sobre falta de transparencia o violaciones a los derechos humanos. Insistió en que Panamá no está incurriendo en costos adicionales, ya que la operación es financiada por organismos internacionales.
Mientras tanto, los migrantes que buscan refugio en Panamá enfrentan un proceso que puede tardar meses en resolverse. La solicitud de asilo implica una evaluación caso por caso, y aunque el gobierno ha facilitado apoyo logístico, el futuro de estas personas sigue siendo incierto.