Daniel Brea, presidente del Partido Partido Popular (PP), logró frenar −por ahora− su expulsión de esa organización política.
El Tribunal Electoral (TE) admitió, el pasado 13 de agosto, la demanda de nulidad que había presentado el día 2 de este mes en contra una resolución de expulsión que dictó el Tribunal Nacional Ético-Electoral de ese colectivo.
Además, la entidad acogió la solicitud de Brea de suspender los efectos de dicha resolución.
Según el TE, el pedido de suspensión tiene como finalidad la protección de un derecho político; asimismo, señala que el partido podría incurrir en gastos en la elección de un nuevo presidente, en el evento de que Brea logre que el pleno del Tribunal falle finalmente a su favor.
“Por lo que es prudente acoger la solicitud de suspender los efectos de la citada resolución”, señaló el magistrado sustanciador Alfredo Juncá.
Brea enfrenta un proceso por supuesta falta disciplinaria y violación al estatuto del partido. Fue José Didacio Pittí, uno de los vicepresidentes del PP, quien lo denunció formalmente en junio pasado. Por ello, Brea se separó del cargo para asumir su defensa a inicios de julio pasado, tras los señalamientos de supuestas irregularidades en su administración y el recibo de donaciones, presuntamente sin reportarlas al partido.
Lo acusan de ocho cargos concretos, entre ellos, por negarse a firmar documentos que debían ser presentados al TE para obtener el desembolso del financiamiento público del partido relativo a gastos ordinarios de planilla, servicios básicos y actividades electorales.
En un comunicado publicado este lunes 16 de agosto, Brea dijo que el TE suspendió “lo actuado ilegítimamente” por el Tribunal Ético del PP, “devolviéndome mi calidad de miembro del partido y su legítimo presidente”.
Agregó que durante meses ha soportado “ataques personales”, injurias y ofensas de parte de algunos miembros del partido “que no entendieron el llamado al orden en el manejo de los recursos financieros del PP”, especialmente el subsidio electoral.
Dijo que regresa a la presidencia del PP con “la esperanza de que el resultado final será la confirmación de lo resuelto provisionalmente, dejando sin efecto permanentemente la absurda sedición del Tribunal Ético”.
Y advirtió que lo primero que hará una vez retome el control del colectivo político será una auditoría forense en el manejo de los fondos del partido y regularizará las firmas en el Banco Nacional.
