La tumba perdida de Jesús

La tumba perdida de Jesús


¿Es posible que Jesús haya tenido un hijo con María Magdalena, y que su cuerpo y el de su familia hayan permanecido ocultos en una oscura cueva en el barrio de Talpiot, al sur de Jerusalén? Según el reconocido cineasta norteamericano James Cameron, eso ocurrió. El director de la película Titanic -junto al documentalista israelí Simcha Jacobovici- presentó el lunes último en Nueva York un documental que narra el descubrimiento. El mismo será presentado por Discovery Channel el próximo domingo.

El trabajo, titulado El sepulcro olvidado de Jesús, desató una fuerte polémica entre arqueólogos y religiosos. El Vaticano calificó ayer de "fantasía arqueológica" el hallazgo.

Pero Cameron y su equipo están convencidos de que su investigación podría cambiar la historia del cristianismo: "Tenemos pruebas arqueológicas y forenses concretas", garantizó el tres veces ganador del Oscar. Durante la presentación, se exhibieron dos féretros de piedra caliza en los que habrían estado los restos de Jesús y María Magdalena. De los huesos encontrados -que ya fueron vueltos a enterrar según la ley israelí- se tomaron y analizaron muestras de ADN.

En la cueva, de 2 mil años de antigüedad, había 10 féretros. En seis de ellos se encontraron inscripciones en arameo que corresponderían a Jesús y su familia. "Yehoshua bar Yosef" (Jesús, hijo de José); "María"; "Matia"; "Yosé" y "Mariamene e Mara" (María la del maestro). Esa última correspondería a María Magdalena. Según los expertos, el examen de ADN arrojó que la sangre de "María la del maestro" no concuerda con las demás, lo que sugiere la idea de una relación matrimonial.

Pero la mayor sorpresa -de acuerdo con los investigadores- se dio con el féretro que contenía los huesos de "Yehuda bar Yeshua", que en arameo antiguo significa "Judas, hijo de Jesús". De acuerdo con el trabajo, ese sarcófago guarda los restos del hijo que Jesús habría tenido con María Magdalena.

"Solo hay una posibilidad entre 600 de que los restos correspondan a otra familia que la de Jesús", aseguró el profesor de Estadística de la Universidad de Toronto, Andrey Feueverger. El especialista dijo que basa su cálculo en datos arqueológicos, testimonios documentales, índices de probabilidad y "las primeras pruebas de ADN".

"Es una hermosa historia, pero sin pruebas", condenó el profesor Amos Kloner, quien fue uno de los primeros que buscó indicios en el área de Talpiot hace 20 años.

¿Doctrina en jaque?

El descubrimiento supone, en principio, el derrumbe de la doctrina cristina según la cual Jesús, luego de ser crucificado, resucitó en cuerpo y alma.

"Es ridículo que después de 2 mil años estemos con estas cosas", enfatizó el padre Artemio Vítores, vicecustodio de Tierra Santa. Los nombres descubiertos en la tumba eran "unos nombres muy comunes en la época", explicó .

(Vea La eterna lucha entre la fe y la búsqueda científica)

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