Una ‘mesa nacional’: oferta de la Gran Alianza

Una ‘mesa nacional’:  oferta de la Gran Alianza
Julio de 2022 estuvo marcado por protestas a nivel nacional, hecho que obligó al Ejecutivo a dialogar con grupos sociales que encabezaron las revueltas. Agustín Herrera


El diálogo entre los tres grupos de los sectores sociales del país y el Ejecutivo se retoma hoy, miércoles 24 de agosto, en momentos en que otros actores piden constituir una “mesa nacional”.

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Gran Alianza Nacional por Panamá propone una mesa nacional inclusiva y participativa

Es lo que pide la Gran Alianza Nacional Por Panamá, que aglutina 150 organizaciones de los sectores productivos y empresarial.

Ayer martes, en conferencia de prensa desde Santiago, Veraguas, dirigentes de ese grupo expresaron que “el método que se está siguiendo en la actualidad” –en la mesa que sesiona en Penonomé– “no representa a la mayoría del país”. Si se constituye la “mesa nacional”, revisarían los acuerdos ya pactados, pues consideran que se ha puesto “más carga al sector productivo del país”.

Armando Espinosa, de la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (uno de los tres grupos que sesiona en Penonomé), dijo: “no podemos sentarnos a conversar con alguien que desconoce los acuerdos del propio Gobierno”.

El llamado de la Gran Alianza: una sola mesa

Transcurrida la primera fase del diálogo entre el Ejecutivo y los representantes de los tres grupos que lideraron las protestas de julio pasado, surge una nueva propuesta: la de una “mesa nacional, inclusiva y participativa”.

Esta petición fue efectuada por la llamada Gran Alianza Por Panamá, que aglutina 150 agrupaciones de agricultores, ganaderos, pescadores, clubes cívicos y comerciantes, entre otros.

En una conferencia de prensa desde Santiago, Veraguas, donde comenzó el caos social que puso en vilo la gobernabilidad del gobierno de Laurentino Cortizo, este grupo reiteró que “el método que se está siguiendo en la actualidad no representa a la mayoría del país y está alejándonos de una meta realista y alcanzable”. Se referían, precisamente, al diálogo que se desarrolla en Penonomé.

Falta de representatividad que, según la Gran Alianza Por Panamá, se evidencia en el hecho de que la Iglesia católica ya no quiere fungir como facilitadora de ese pacto, sino que quiere tener un papel de observadora.

La Gran Alianza rechazó “cualquier acción de presión que afecte nuevamente el derecho a libre tránsito”.

“No se pueden establecer amenazas en un diálogo donde se buscan soluciones”, aseveró Alicia Jiménez, presidenta de la Federación de Cámaras de Comercio de la República de Panamá, quien leyó un comunicado.

Esto, luego de que dirigentes indígenas que participan en las conversaciones con el Ejecutivo en Coclé advirtieran la posibilidad de retomar acciones de fuerza en las calles, en caso de que se incumplan los acuerdos pactados.

En ese sentido, la alianza pide “integrar efectivamente a todos los sectores en todas las regiones” del país en una “gran mesa nacional inclusiva y participativa”.

Dicha alianza estaría dispuesta a formar parte del espacio de diálogo, siempre y cuando se realice con “responsabilidad” y “condicionando” a revisar los acuerdos que allí se han hecho y en los que se ha puesto “más carga al sector productivo del país”, aseguró Carlos Pittí, vocero del grupo.

En la mesa única de diálogo, las medidas adoptadas por el Gobierno para calmar la tensión social se han basado principalmente en controles de precios y de márgenes de comercialización, subsidios y una mayor intervención en la cadena de comercialización.

Comisiones

Jiménez también exhortó al establecimiento de la mesa nacional y, de hecho, anunció que se han organizado en 10 comisiones que integran a todos los sectores, en todas las regiones del país. Las comisiones son las siguientes: educación y clubes cívicos; juventud; agricultura, pesca y acuicultura; pecuaria; comercio y exportadores; industria y manufactura; transporte y logística; turismo; hotel y restaurante, y bancos y seguros.

La mesa del diálogo se reanuda hoy miércoles a las 6:00 p.m., luego de que el fin de semana pasado se declarara una pausa después de intensas jornadas en las que afloraron discusiones entre el equipo del Ejecutivo y algunos representantes de los sociales, quienes están revisando algunos puntos de los temas ya abordados para intentar llegar a acuerdos.

La iglesia ha pedido a la mesa única entrar en la segunda etapa del diálogo, que es la parte en la que se incorporarían nuevos actores de la vida social y así abordar temas estructurales y seguir revisando los acuerdos pactados. Pero, este tema no se ha definido en la mesa, que debe señalar cuál sería la metodología a usar.

El domingo 21 de agosto, los dirigentes del Bastión de Lucha del Oriente Chiricano, Comarca Ngäbe Buglé y campesinos se levantaron de la mesa, aduciendo el incumplimiento de los acuerdos por parte del Gobierno.

No obstante, el Ejecutivo niega esto y asegura que el grupo se levantó después de que el administrador de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia, Jorge Quintero, les presentara un informe de sanciones a comerciantes en las comarcas por violación a la regulación de precios exigida en la mesa de Penonomé, según se lee en el Boletín No. 38 sobre las “negociaciones por la paz social”.

Armando Espinosa, de la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo), dijo que no se puede avanzar a una segunda fase si no se cierran los tema de la canasta básica y el de la crisis de la Caja del Seguro Social.

Respecto a lo planteado por la Gran Alianza Por Panamá, dijo que nunca han dicho que no se pueden incorporar otros sectores y recordó que la primera parte del diálogo “se tenía que agotar con los sectores populares” representados en los tres grupos que ya están en la mesa de Penonomé.

“Hay que tener claro que esa supuesta Alianza Por Panamá está integrada por los sectores empresariales, que dijeron que desconocían los acuerdos que el Gobierno hizo con las alianzas”, añadió.


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