Cuando el mundo aún no se recupera del crash de 2008, surgen tres nuevos focos de preocupación que ponen en riesgo los pronósticos de crecimiento de la economía global.
El alto endeudamiento de varios países europeos (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España), las penurias de Japón por el tsunami y los daños a plantas nucleares, y las tensiones en Medio Oriente, tienen en alerta a gobiernos, analistas y mercados internacionales.
Se trata de tres sucesos relevantes, sin embargo los expertos coinciden en que el mayor peligro se concentra en el conflicto de los países árabes, por el peso que tiene esta región en la producción de petróleo.
Las autoridades panameñas siguen de cerca el desarrollo de los acontecimientos. El ministro de Economía y Finanzas, Alberto Vallarino, reconoció que de prolongarse o agravarse el conflicto y de seguir aumentando el precio del petróleo impactaría definitivamente la economía panameña, y ello ya se está sintiendo en el precio del combustible que ayer se confirmó trepará a los $4.00 en la ciudad capital
Los países árabes tienen alrededor del 60% de las reservas mundiales de petróleo, cuyos precios se han incrementado en un 20% desde que hace poco más de dos meses comenzaba a germinar la crisis.
El precio del barril de petróleo cerró ayer en 105.57 dólares, manteniendo la tendencia al alza en jornadas consecutivas, por los menos, en las últimas tres semanas.
De pronósticos cautelosos en un principio, los analistas ya han empezado a enviar mensajes de “preocupación”.
El reputado economista Noriel Roubini, catedrático de la Universidad de Nueva York, recuerda que “estos desórdenes traen serias implicaciones económicas y financieras”.
Particularmente, porque aumentan el riesgo de estanflación, “un cóctel explosivo entre desaceleración del crecimiento y una inflación que crece bruscamente”, según reporta la página electrónica especializada en finanzas Iprofesional.com.
De extenderse los conflictos en el tiempo, agrega Roubini, se corre el riesgo de que el mundo entre en una recesión de doble caída, luego de haber atravesado la peor crisis en varias décadas”.
En lo que respecta a Europa, ayer se dio el primer detonante de una crisis política con la renuncia del jefe de Gobierno de Portugal, José Sócrates, lo que generó temores de que se extienda a todo el continente.
A nivel local, el financista José Abbo, de Credit Suisse, advierte de que no hay que perder de vista que entre Europa, Japón y Medio Oriente los acontecimientos en esta última región son lo realmente grave, por la incidencia que tiene el precio del petróleo en la inflación.
Esta vez Panamá sí pudiera recibir un mayor impacto que la crisis financiera de 2008. “Los países emergentes, entre los que está el nuestro, que fueron favorecidos por el exceso de liquidez en la crisis financiera, ahora pudieran ver salir estos capitales”.
Mientras que Juan Melillo, director de UBS Asesores S.A., considera que la volatilidad que están presentado los mercados por los sucesos del norte de África, Medio Oriente, y la posibilidad de una guerra civil en Libia, podría ser temporal. “Sin embargo, queda por determinar si el alza en los precios del petróleo será también temporal, y cuál es el efecto posible sobre la economía mundial”.