120 horas marcadas por mucha incertidumbre y tensión. Eso es lo que vislumbra Daniel Zovatto, experto en elecciones, gobernabilidad y democracia, en cuanto a las próximas generales en Panamá del 5 de mayo de 2024.
“Hay demasiadas cosas en juego, no vean de cara al 2024 solamente... vean de cara al 2029. Hay que ver estas elecciones como un catalizador del cambio que el país necesita”, dijo Zovatto quien fue uno de los expositores, este martes 30 de abril, en el foro Café con La Prensa, bajo el título: “Panamá, ante el contexto latinoamericano, análisis y perspectiva”, moderado por la abogada y analista Mariela Ledezma y que contó con el patrocinio de Global Bank y Grant Thornton.
Zovatto dijo que, además de las dimensiones económicas y ambientales, hay que poner foco en el aspecto político y geopolítico debido a la importancia de Panamá en el mercado comercial mundial. “La política exterior necesita en Panamá un upgrade brutal”, comentó.
Zovatto precisó que también se debe garantizar la gobernabilidad, recuperar el crecimiento económico sostenible y generar empleos de calidad. Indicó que el país debe decidir qué pasará con la mina [en Donoso, Colón], mejorar la calidad de la educación, la justicia, eliminar la penetración del narcotráfico en la política, y además responder a las necesidades de la población debido a que sigue el malestar social. “Hay que avanzar recobrando la confianza, mejorando la seguridad jurídica para atraer inversión”, dijo.
Alertó que esta elección es crítica y no hay que perder la perspectiva de qué pasará si en los próximos cinco años no se logra retomar el rumbo. “El país no puede darse el lujo de tener una tercera administración en declive”, dijo, al señalar que se debe enfrentar la crisis y superarla y el país tiene la resiliencia para lograrlo y salir fortalecido.

Otro de los expositores en el foro fue Arturo Cruz, profesor pleno del INCAE Business School y exembajador de Nicaragua en Estados Unidos y en Canadá.
Cruz enfatizó que la región apenas representa un 5.3% del producto interno bruto (PIB) mundial y, si se saca a México y Brasil, solo queda el 2%.
Citó varios estudios que señalan que la región tiene el desafío de mejorar su recaudación tributaria. “Los espacios fiscales se han reducido con la crisis del covid, y probablemente nuestros países se verán obligados a compactar las inversiones públicas y los gastos sociales”.
El profesor del INCAE resaltó que con un ingreso per cápita en Panamá de 18,725 dólares y un crecimiento de los más altos de la región, ahora el panorama económico y político es muy retador y algo incierto.

“Un país con una sociedad política que con el pasar de los años dejó de ser prometedora y se ha convertido en una sociedad política devaluada y fragmentada y propensa a las múltiples transacciones. Cabe preguntar si de cara al futuro ¿Panamá podrá hacer las transformaciones que requiere la economía y la sociedad”.
Precisó que inquieta la necesidad que existe entre la población por el tema de la situación económica y social, lo que demanda una respuesta efectiva. Recalcó que 53% de los encuestados en uno de los estudios recientes, dijo que le faltaba dinero para comprar comida. “Hay gente que no resuelve ni para comer”.
Además Cruz consideró que Panamá también debe mejorar la capacidad de su gente. Mientras que Costa Rica exhibe un nivel de desarrollo mayor en su población, Panamá tiene deficiencias en materia de educación y capacidad del recurso humano.
“Panamá tiene un mejor hardware [referido a infraestructura] pero tiene un software muy pobre [referido a la capacidad del recurso humano]”. Insistió en que “Panamá debe pasar del cemento al cerebro”.