El Estivaná: de río a cloaca

El Estivaná: de río a cloaca


La contaminación de la sub cuenca del río Estivaná, en la provincia de Los Santos, es tan grave, que amenaza con convertir esta fuente de agua en una cloaca, según un estudio que en el área adelanta desde hace 14 meses una firma consultora.

Las excretas provenientes de la mayoría de los siete proyectos porcinos que funcionan en sus riberas se depositan en zanjas que van a a parar a sus aguas, según confirmó Jaime Johnson, de la empresa consultora Manov.

Con una maestría en cuencas hidrográficas, Johnson agregó que la sedimentación es otro de los problemas que agrava la situación del Estivaná.

Este cauce de 32 kilómetros de longitud nace en la cordillera del cerro Canajagua, y recorre las comunidades de Mogollón, Llano de Piedras, Macaracas, El Cedro, El Guásimo y La Colorada.

En la zona media de este río están las potabilizadoras de los poblados de Macaracas cabecera y de Llano de Piedras, que abastecen a más de 4 mil personas.

Además, el Estivaná es el principal afluente del río La Villa, donde se encuentran las dos potabilizadoras que suministran el líquido a unos 200 mil azuerenses que residen en la ciudad de Chitré, provincia de Herrera, y en La Villa, Guararé y Las Tablas, provincia de Los Santos.

“Este río está a punto de convertirse en una cloaca, aunque aún se está a tiempo de evitarlo, por lo que hay que actuar ya”, reafirmó Johnson.

SANEAMIENTO

Aclaró que actualmente se realiza un saneamiento de esta subcuenca, pero que el trabajo que hay que hacer es mucho más grande, para evitar su deterioro.

Hasta el momento se han reforestado 41 hectáreas ubicadas en sus orillas, así como biodigestadores, además de capacitarse a los pobladores en técnicas de sistema de cosecha de agua, mantenimiento del sistema agroforestal en época seca, y en los procedimientos de solicitudes de permisos de quema y roza.

A pesar de esto, el experto informó que en el área se observan muchos problemas con la cobertura vegetal, lo que ha traído serias consecuencias para el entorno, como la erosión y la pérdida de fertilidad en los suelos, además de la contaminación de las aguas por las escorrentías.

SUSPENSIÓN

Desde agosto pasado el Ministerio de Salud mantiene la suspensión temporal de las actividades en las siete granjas porcinas que están condicionando la contaminación del río.

Igualmente, un informe de la Autoridad Nacional del Ambiente indica que se han abierto cuatro expedientes, de los cuales uno de ellos dio con el cierre definitivo de una porqueriza, y en los otros se está en el proceso de notificación.

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