A pesar de la oposición de los bugabeños y de un grupo de indígenas de la comarca Ngäbe Buglé a los proyectos hidroeléctricos, la ministra de Ambiente, Mirei Endara, aseguró que la hidroeléctrica La Cuchilla se mantendrá. De igual forma, el presidente de la República, Juan Carlos Varela, afirmó que el proyecto Barro Blanco permanecerá en la zona.
Y es que la Coordinadora Bugabeña en contra de las Hidroeléctricas ha solicitado en múltiples ocasiones que cierren La Cuchilla, alegando el supuesto impacto negativo que tendría en la población.
Como medida de protesta, miembros de esta coordinadora se instalaron este jueves en la vía hacia Volcán, con pancartas en mano, para indicarle al Presidente que no quieren una hidroeléctrica cerca de la planta potabilizadora.
La ministra Endara dijo que se le ha explicado a los manifestantes que, sin un embalse que garantice agua, la potabilizadora del área no va a poder funcionar.
“El no hacer La Cuchilla no va a solucionar el problema de la potabilizadora y va en detrimento del pueblo bugabeño”, agregó. “Lo importante es garantizar el agua los 365 días del año”, planteó.
Los dirigentes de la coordinadora insistieron en que no permitirán el avance del proyecto, ya que están seguros de que esta hidroeléctrica “los va a dejar sin agua”, dijo Damaris Sánchez, una de las voceras. “Nos mantendremos en estado de alerta, porque La Cuchilla es un proyecto impuesto por el gobierno”, aseveró Sánchez.
BARRO BLANCO
Durante una visita a la provincia de Chiriquí, Varela recordó que heredó el proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco con un 85% de avance. En la actualidad se encuentra en un 98%.
“Lo único que queda es un diálogo final, previo a inundar la presa y las áreas”, anunció.
“Vamos a tener un diálogo firme con todos los dirigentes del área, con las comunidades afectadas y se procedería a la entrada en funcionamiento de Barro Blanco y se estará presente en el área", agregó.
Sin embargo, el dirigente Ricardo Miranda, del M10, insistió en que Barro Blanco debe ser cancelado, porque va a perjudicar a muchas zonas comarcales habitables. Además, “se perdería parte de su historia, que está grabada en piedra, al quedar inundada”, señaló.