Los indígenas ngäbe buglés del movimiento religioso Mama Tatda, liderados por la cacica suplente Clementina Pérez, anunciaron que se quedarán de forma indefinida en los predios del proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco, en Tolé, provincia de Chiriquí.
Esto para manifestar su rechazo a la propuesta del presidente, Juan Carlos Varela, de permitir la continuidad de la obra, ubicada sobre el río Tabasará.
Los indígenas no descartan tomar otras medidas de presión, como ayunos y una huelga de hambre, para que el Gobierno dé la orden de demoler la presa de Barro Blanco.
El anuncio del movimiento se da, a pesar de que otro grupo -que participó en la mesa ampliada de Barro Blanco con Varela- había manifestado que las puertas del diálogo siguen abiertas.
Clementina Pérez y los seguidores de Mama Tatda llevan más de 15 días acampando en la entrada del proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco, sin permitir que personal de la empresa Generadora del Istmo, S.A. (Genisa) ingrese para dar seguimiento a los trabajos en la presa.
El presidente Varela mostró su preocupación si no se concluye la obra, porque una crecida del río Tabasará podría acarrear daños a las poblaciones aguas abajo, tal como sucedió el fin de semana en Costa Rica.
