Ya se cumplen tres semanas desde que los seguidores del Movimiento 22 de Septiembre y de la iglesia Mama Tatda, liderados por la cacica Clementina Pérez, se mantienen en la entrada del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco.
En este punto esperan la llegada del presidente de la República, Juan Carlos Varela. Sin embargo, muchos de ellos enfatizaron hoy que su posición es la de derribar la presa de la hidroeléctrica.
Hasta el momento, la Comisión de Gobierno está a la espera de una respuesta a la propuesta presentada el 3 de julio pasado donde se plantea que se termine la construcción de la obra, mientras que la puesta en operación de la hidroeléctrica se permitiría de acuerdo con lo consensuado en la mesa ampliada del diálogo.
La comisión ha dicho que la no conclusión del proyecto –con un 95% de avance– pone en riesgo a quienes habitan aguas abajo del proyecto. Por otra parte, la Policía Nacional informó –mediante un comunicado de prensa– que no se ha reforzado la vigilancia en la entrada del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco.
La entidad explicó que en ese sitio se mantienen agentes regulares que, además de garantizar el orden público, dan asistencia social a quienes están en vigilia en el lugar. Y es que se dio a conocer el traslado de uno de los indígenas al centro médico de Los Ruices, al presentar quebrantos de salud.
Por su parte, la empresa Generadora del Istmo, S.A. (Genisa), que edifica el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco en Tolé, al oriente de la provincia Chiriquí, ha solicitado al Gobierno que dé la garantía de recuperación de la inversión y respeto de sus derechos legales, tras las semanas de bloqueo y los cinco meses de paralización de labores.