Mientras el Gobierno de Costa Rica endurece las medidas de entrada a extranjeros, unos 500 extracontinentales cumplen este domingo unas 60 horas de estar a la intemperie luego de que ese país los expulsara, para quedar en la zona fronteriza con Panamá.
Los policías costarricenses se han colocado este domingo, 17 de abril, en toda la línea fronteriza para solicitar documentación a los extranjeros y de no tenerlos no pueden pasar a su país.
A unos metros de allí se encuentran los extracontinentales procedentes del Congo, Burkina Faso, Senegal, Mali, Ghana, Guinea y otros a quienes les llevaron grandes paraguas para taparse del sol así como sanitarios.
Un comunicado del Gobierno de Costa Rica informa que se toman fuertes medidas para abordar el ingreso de migrantes irregulares cubanos y extracontinentales en estricto apego a las normas nacionales e internacionales así como con absoluto respeto a los derechos humanos, la seguridad nacional y la salubridad pública.
Indica el comunicado que "las autoridades policiales y migratorias se trasladaron a la guardaraya entre Panamá y Costa Rica, en Paso Canoas, para realizar el control de identidad de las personas que quieran ingresar al territorio nacional".
Añade que se refuerza la presencia policial y se despliega en el sitio el personal suficiente "para solicitar y verificar la documentación de identidad".
Las autoridades rechazarán de inmediato el ingreso de cualquier persona que no porte documentos de identidad o carezca de visa para entrar a Costa Rica.
Dice ademas que la Fuerza Pública y la Policía de Migración detendrán a los inmigrantes irregulares que intercepten dentro del territorio nacional, a quienes se les iniciará el trámite migratorio.
"El Gobierno de Costa Rica reitera que atenderá la situación de los migrantes irregulares cubanos y extracontinentales con absoluto respeto a la legislación nacional e internacional en la materia y con estricto apego a las normas de protección de los derechos humanos, como es nuestra tradición", agrega.
Wilson Camara, uno de los africanos que habla español, insiste en que los dejen pasar para llegar a los Estados Unidos. Señala que van a esperar en este lugar una respuesta positiva.
"Nosotros necesitamos ayuda y buscamos un refugio para estar más tranquilo y tener una vida más tranquila... en Estados Unidos", asegura.