"Se ha hecho justicia", exclamó, entre lágrimas, Gladis Villarreal, madre de la docente Diosila Martínez Villarreal, asesinada el 11 de noviembre de 2016.
El cuerpo de la docente chiricana apareció en una fosa clandestina ubicada en una finca en Salitral, distrito de Renacimiento, el 5 de diciembre de ese mismo año.
El profesor de matemáticas Roberto Moreno Grajales fue declarado culpable por este hecho, luego de que por más de cinco días se llevara a cabo el juicio en la sala de audiencias de la provincia de Chiriquí.
Moreno Grajales se mostró impávido, sin alterarse ante la decisión tomada por los jueces. El juicio acabó a las 10:35 p.m. de ayer lunes.
Por decisión unánime, Tribunal de Juicio Oral de Chiriquí, declaró culpable a profesor de matemáticas, Roberto Moreno Grajales, por el femicidio de una docente de educación física. Se fija para el 9 de julio, la audiencia de lectura de sentencia. #OJInforma pic.twitter.com/qAQ3xtX3cA
El juez René Shawer indicó que el tribunal de juicio valoró las pruebas presentadas y, de acuerdo con los indicios, se dictaba un veredicto condenatorio a Roberto Moreno Grajales por el feminicidio de Diosila Martínez Villarreal.
En Chiriquí declaran culpable por unanimidad a Roberto Moreno Grajales por el Femicidio de Diosila Martínez Villarreal. El hecho ocurrió en noviembre del 2016. El cuerpo de ella fue encontrado en una fosa en Salitral en Renacimiento. El 9 de julio será la lectura de sentencia. pic.twitter.com/W4Pe4srS0i
EL DÍA DE LOS HECHOS
De acuerdo con las pruebas presentadas, entre ellos el video de una cámara de videovigilancia, colocada en la residencia del vecino del frente de la docente en Bugaba, se observó que el 11 de noviembre, Roberto Moreno Grajales buscó a la chiricana en un vehículo HiLux, doble cabina blanco; se observó a la mujer salir con su niña de dos años. Luego, con el registro de llamadas se determina que Diosila Martínez Villarreal estuvo en la comunidad de San Andrés, (cerca al lugar donde posteriormente encuentran su cuerpo).
En horas de la tarde de ese mismo día, Roberto Moreno Grajales pidió prestada una montura y una pala a su prima, tal como ella indicó en el tribunal. La fiscalía presume que esa herramienta fue la que utilizó para enterrar a la docente y la montura se la pusieron a un caballo para trasladar el cuerpo hasta donde se encontró posteriormente (el vehículo no podía llegar hasta el lugar).
En tanto, testigos indican que se observó a Roberto Moreno Grajales con su madre trasladarse de Bonita de Renacimiento hasta la entrada de Jacú, en un taxi el 13 de noviembre de 2016, luego toma un autobús hacia la frontera con Costa Rica y de allí se mantuvo prófugo de la justicia hasta el año pasado.
