En medio de quejas por un supuesto abuso de la fuerza policial, las autoridades sanitarias ordenaron, esta semana, el cierre de una micro cervecería ubicada en Boquete, provincia de Chiriquí.
Se trata de Boquete Brewing Company, cuya primera clausura fue el 22 de febrero de 2021 y la última, el 16 de marzo pasado. En ambas ocasiones ha sido –según el Ministerio de Salud (Minsa) de la provincia– por la falta de un permiso de operación sanitaria como restaurante.
Sin embargo, representantes legales del negocio sostuvieron que cuentan con un aviso de preparación y venta de comida preparada por parte del Ministerio de Comercio e Industrias (Mici), con el que han operado los últimos cinco años.
“Esta empresa es una fábrica de cervezas artesanales, cuenta con su permiso sanitario para la fabricación de cervezas, que distribuyen a Panamá y otros lugares, pero otra de las experiencias de la fábrica es su food truck que ha permitido a los clientes recrear la experiencia de los parques de cervezas artesanales que se ven en Estados Unidos”, explicó el abogado Luis Carlos Watts a este medio.
Watts detalló que personal del Minsa le indicó a sus clientes que debían contar con un aviso de operación de restaurante para poder regirse, en tiempos de pandemia por la Covid-19, como un establecimiento de venta de comidas con bebidas alcohólicas de acompañamiento.
“Consideramos que, aunque no lo necesitábamos y aunque nuestra legalidad estaba amparada, decidimos proceder a tener el aviso de operación que nos tuviese más cubierto”, dijo. Ello implicaba los trámites para la obtención de un permiso de operación sanitario como restaurante –además de unos requisitos de infraestructura– que es autorizado por la Dirección General de Salud del Minsa.
Así las cosas, Watts detalló que el local, como parte del procedimiento, sería inspeccionado por funcionarios del Minsa de la provincia para completar las adecuaciones necesarias de un restaurante. Como contaban con un aviso de preparación y venta de comida preparada por parte del Mici, las operaciones habían continuado con normalidad, dijo.
Posteriormente, “el Minsa hace una inspección y nos cierra”, en febrero pasado, contó el abogado, quien cuestionó dicha acción.
“¿Por qué me cerraste si estamos en un proceso y además que esta actividad lleva cinco años sin causar daño a la salud pública? No hay trazabilidad que indique que sea un foco de infección, se guardan las medidas de bioseguridad y el distanciamiento”, expresó.
Luego de una reunión entre las partes, se acordó que aquel cierre sería por cuatro días y se estableció una hoja de ruta con los pasos a seguir. “La reapertura fue condicionada a que debíamos cumplir todo [las adecuaciones] en dos semanas”, precisó Watts.
Pasadas estas semanas, el Minsa volvió a hacer una inspección y determinó que no se habían cumplido con todos los puntos acordados en febrero pasado, por lo que nuevamente ordenó la clausura.
“Ya se presentó la reconsideración, pero el punto aquí es que me cierran cuando tengo mejores condiciones de infraestructura que cuando me reabriste. Además, nadie puede ser juzgado ni sancionado dos veces por lo mismo”, señaló el abogado, quien también cuestionó el enorme despliegue policial para hacer saber del cierre de las operaciones del comercio.
“Aquí no se vende whisky, ron o seco. Se venden, como bebidas, cervezas procesadas por ellos mismos, además de hamburguesas”, aseguró.
Por su parte, la directora regional de Salud de Chiriquí, Gladys Novoa, confirmó que, en efecto, esa dirección ha atendido la situación del local donde Boquete Brewing Company vende cerveza al público y en un espacio abierto, lo que no está autorizado aún.
Indicó que para poder abrir como un restaurante-bar tiene que contar con un permiso de operación sanitario, que se hace a través del Departamento de Protección de Alimentos (Depa) del Minsa.
“Un aviso de operación del Mici no es lo mismo que un permiso de operación sanitaria como restaurante”, explicó Novoa. “No tenían permiso de operación sanitaria para atender allí como restaurante, nos pidieron que le diéramos dos semanas… Fue una decisión de buena voluntad de ambas partes”, añadió.
La directora regional dijo que el pasado 12 de marzo se cumplió el plazo para tener listas las adecuaciones y el Depa planteó que no habían atendido el plan trazado.
“Yo creo en el emprendimiento de la gente, pero tampoco hay que arriesgar el tema sanitario”, agregó.
“Todos los restaurantes abiertos que están ofreciendo bebidas alcohólicas como acompañamiento de las comidas tienen sus permiso de operación sanitaria como restaurantes”, afirmó.
Watts informó que este viernes 19 de marzo se presentó una nueva reconsideración a la medida adoptada por las autoridades sanitarias en Chiriquí.