Lo confieso: soy una bruta "telística". Okey, más bonito: sé poco de costura, telas e hilos. Tengo meses soñando con mi primera pollera santeña, una montuna. Pero me da pánico comprar materiales, pues realmente siento que me van a vender gato por liebre.
Aprovechando que la profesora Norma de Testa necesitaba hacer unas compras de material, valientemente me ofrecí como chofer em pleno diciembre con triple propósito: aprender más sobre el tema, comprar lo que pudiese de mano de una experta, y claro, ¡hacer este blog!
Primera parada: El Machetazo. Encontramos variedad de telas de holán de hilo. "Es importante no escoger la muy ralita (delgada), pero tampoco la más gruesa pues pesa demasiado" comenta Norma mientras mira, toca y revisa el punto de la tela. Si la tela se va a usar para marcar, se deben ver bien los hilos. Para la camisa de montuna, se necesitan dos yardas y media de 60 para alguien no muy rellenito, como yo.
Ver a la dependiente cortar la tela de holán de hilo fue toda una sorpresa para mi. Hay que sacar el hilo con agua, y halarlo para encontrar el "camino recto" en la tela, y luego proceder a cortar. Eso tomó su tiempo, y no cualquiera lo sabe hacer. "Uf, aquí las vendedoras le huyen a los clientes que compran estas telas" me dice muy sonreida la dependienta que amablemente me atendió.
La tela denominada rami es excelente para enaguas de trabajo, y se consigue a precios módicos. Allá la vimos por unos B/. 5.00 la yarda. Según Norma, también es buenísima para sombrear, pues al ser un poquito más grueso que el holán, permite que "brote" el trabajo y se vea repujado. El voile (bual en el argot local) es excelente para armar la estructura de polleras blancas de gala, y también es una opción más económica. Pero para laborear, no hay mejor tela que el holán de hilo.
Nos movimos al área de los encajes. Olvídense del valenciano; muy, pero muy dificil de encontrar en tiendas. ¡Y extremadamente costoso! Siempre se requieren dos "piezas", uno más ancho que otro. Pero si encontramos en la tienda bonitos encajes de torchón. Para polleras baratas y niñas, Norma recomienda un encaje un poquito grueso: no es tan fino, pero aguanta pisotones. Del catálogo, Norma me ayudó a elegir dos trencillas y un encaje muy bonitos para hacerme una enagua de trabajo, con el punto más delicado y por tanto, más elegante. Usualmente para un ruedo se utilizan tres yardas.
Norma necesitaba cinta para gallardetes o gallos. "Siempre de doble brillo" le dice a la chica que atiende. Uno de los colores más dificiles de encontrar es el amarillo quemado; en esta ocasión, lo logramos conseguir. Norma compró yarda y cuarto para hacer el gallardete trasero y el delantero.
Tocaba comprar hilos. Norma recomienda comprar hilo marca DMC para las labores. Se quejó que antes las cajas de madejas tenían 24 piezas; ahora solo tienen 12. Para una montuna marcada a dos colores, se necesitan 2 cajas de cada color si en efecto vienen con 12. Para el mundillo que acompaña a su montuna, se necesita comprar 1 caja adicional para cada color, y además, 3 pelotas de hilo DMC número 60 que es de color blanco. "Ahora muchas mujeres mandan a hacer su mundillo sin blanco, y esto no es tradicional" nos comenta Norma con un dejo de disgusto en la voz. Generalmente, la persona que hace la pollera le manda a hacer su mundillo, pero tiene que entregarle los hilos.
Y ahora... ¡lo mejor de este blog! Les adjunto un preciado tesoro: las hojas con las claves de los colores de hilos DMC, para que usted pueda elegir los colores que necesita previo a visitar la tienda. ¡ESTA GUIA ES LO MAXIMO! Se la pedí a Norma para compartir con los lectores, a sabiendas que le van a dar un gran uso a este material. Un agradecimiento a la profesora por permitirme cuidarle sus papeles por un par de días, y hacer el scan de este material. ¡Que les aproveche!
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