De plano, una confesión: antes de iniciar Proyecto Folclore, DETESTABA la décima. Probable es porque en mi casa no se escuchaban (si, ya sé: bien yeyita y urbana...) ¿Ahora? Me encantan, particularmente como forma de poesía. Para los que requieren una mini orientación, la décima es LA poesía popular del panameño. Muchas veces incluye una redondilla, seguida de cuatro estrofas o pies de 10 versos, cada uno de los cuales concluye con un verso de la redondilla.
Lo que me ha ganado el ENORME respeto a la décima es la intrincada métrica poética de la misma. Y es que el primer verso rima con el cuarto y el quinto; el segundo con el tercero; el sexto con el séptimo y el décimo, y el octavo con el noveno. Si no sigue este patrón, está jo...
En las décimas se habla o argumenta principalmente del amor, del saber, de lo divino y de lo chistoso. La tradición indica que se cante con mejoranera, así que naitica de guitarras. Lo que más gusta usualmeten es la controversia, donde los cantantes o trovadores se dicen "puyas" o comentarios para divertir al público. La gracia es que sean improvisados, no aprendidos de memoria. Las formas melodiosas que acompañan a la décima se llaman tonos, torrentes o tonadas. Hay muchos, pero los fundamentales son: gallina o gallino, zapatero y mesano.
La razón de la explicación anterior es sencilla: el video que acompaña esta entrada. Los chicos de Semilla de Cantores me visitaron la semana pasada en Aprendo. ¡LO MAXIMO ver a chicos tan interesados en preservar nuestras tradiciones y costumbres! Cuando los entrevisté me regalaron una redondilla de su décima favorita; paso el obsequio a mis lectores. Y de paso, le reto a que intente cantar con el dejo que tan naturalmente les sale a ellos. Lo veo mal, si no ha practicado antes. Mis felicitaciones a Telemetro por promover esta hermosa tradición.