José Luis Garcés salió de la cárcel con Biblia en mano y arrepentido de todo pecado cometido en la tierra. De inmediato, se integró a los entrenamientos de los Monjes de San Francisco, que le abrieron la puerta para darle una nueva oportunidad en su complicada carrera futbolística.
Para jugar nuevamente, en esta ocasión Garcés tenía que darle pronta solución a dos problemas: resolver su pase con el club portugués Académica de Coimbra y, además, cumplir con la justicia panameña.
Al parecer, todo le está saliendo a pedir de boca al panameño. Este martes, el club Académica de Coimbra, con el que había terminado contrato, pero que mantenía un litigio por un dinero debido a que supuestamente el jugador abandonó el club sin permiso, decidió ponerle fin a la odisea. El Académica de Coimbra le dio su pase y Garcés es libre, puede jugar aquí o en el extranjero, ya que ningún juez se opondría a darle permiso de salida si va a representar al país.
Ahora solo le queda finiquitar el caso con la justicia panameña, que en primera instancia le dio libertad tras cumplir cuatro meses de los cuatro años a los que fue sentenciado por agredir a dos personas. La medida fue apelada y ahora será revisada por el Segundo Tribunal Superior de Justicia. Si al final sale de esta, tendrá que pagar 3 mil 500 dólares.
El delantero panameño, involucrado en varios escándalos dentro y fuera de la selección panameña, es un jugador con suerte. Así describió en una frase la carrera de Garcés el presidente de los Monjes de La Chorrera, Eduardo de Oliveira. Y es que La Ficha, como también se le conoce a Garcés, ha pasado de éxitos a fracasos, de la violencia a los regazos de Dios y de cárceles a las canchas.
Han sido múltiples las oportunidades que ha tenido este jugador para resolver su situación, y ahora a sus 30 años debería comprender que la vida útil de un delantero comienza a declinar a esta edad.
El pasado martes jugó en el Rommel Fernández ante Seattle Sounders de la MLS, en la Concachampions. Aunque fueron minutos, Garcés al parecer los gozó y en la mente de muchos está volverlo a ver en la selección nacional. Dependerá del técnico Julio Dely Valdés si lo convoca o no, mientras Garcés entrena a marcha forzada para ponerse a tono para la Liga Panameña de Fútbol.
¿Debe Garcés volver a integrar la selección de Panamá? ¿Quiénes somos nosotros para negarle otra oportunidad?
