Anna Muzychuk, una bella ucraniana, pone en jaque al mundo del ajedrez

Anna  Muzychuk, una bella ucraniana, pone en jaque al mundo del ajedrez


Anna Olegivna Muzychuk es una campeona de ajedrez ucraniana de 27 años de edad que está dispuesta a perder su corona.

La reina en la modalidad rápida (15 minutos por jugador) y relámpago (3 minutos) no ha querido exponer sus cetros de velocidad en Arabia Saudita, por defender los derechos de la mujer, un gremio que poco la ha apoyado, tal vez porque desconozcan de la situación.

La bella ucraniana dice que no está dispuesta a caminar acompañada por un hombre o que tenga que utilizar el abaya, un traje largo que cubre todo el cuerpo excepto la cabeza, los pies y las manos.

Las reglas para las mujeres la harían sentir como "una criatura secundaria", dijo en una publicación de Facebook.

"Voy a perder mis dos títulos de campeona del mundo, he decidido no ir a Arabia Saudí", escribió en su página de Facebook Muzychuk, quien añadió que "no quiero estar bajo las reglas de otro, no quiero llevar abaya (túnica larga), no quiero tener que ir acompañada para ir fuera, y sobre todo no quiero sentirme como una persona secundaria".

La campeona agregó que está "preparada para defender mis principios" y que no le importa la cantidad de dinero que pueda perder por no ir al torneo.

Arabia Saudita relajó su código de vestimenta para el torneo, que reparte 2 millones de dólares en premios. Las mujeres no tendrán que usar velo y túnica, y podrán llevar trajes oscuros con pantalones formales y blusas blancas de cuello alto, pero estos cambios no fueron lo suficientemente lejos para Muzychuk, reporta Reuters.

Ella es la cuarta mujer, después de Judit Polgar, Humpy Koneru y Hou Yifan, en superar la puntuación Elo de 2 mil 600 puntos, llegando a alcanzar una calificación de 2606 en julio de 2012.

También agregó que "hace exactamente un año gané estos dos títulos y era la persona más feliz del mundo del ajedrez, pero esta vez me siento realmente mal. Estoy lista para defender mis principios y omitir el evento, donde en cinco días se esperaba que ganara más que yo en una docena de eventos combinados", agregó.

"Todo eso es molesto, pero lo más inquietante es que casi a nadie realmente le importa. Ese es un sentimiento realmente amargo, aun no es el de cambiar mi opinión y mis principios. Lo mismo aplica para mi hermana Mariya, y estoy muy feliz de compartir este punto de vista. Y sí, para esos pocos que se preocupan, ¡volveremos!", concluyó.

Solo los medios internacionales han dado a conocer su posición, que al parecer no ha tenido consecuencia, más allá que la de perder sus coronas. ¿Dónde están los derechos de la mujeres?, me pregunto.

No he visto a ninguna líder referirse al tema, pese a que han pasado días de la decisión de la ajedrecista.

 

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