La Organización de Naciones Unidas contrató a una empresa que se encuentra realizando el levantamiento topográfico del área donde se desarrolla el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, como parte de la mesa técnica que se mantiene negociando, tras la firma del acuerdo que puso fin a la crisis generada por el rechazo de los indígenas ngäbe buglé al desarrollo de proyectos mineros dentro de la comarca y al otorgamientos de nuevas concesiones para generación hidroeléctrica.
A través de un comunicado, el mediador y garante del diálogo entre el Gobierno, la dirigencia comarcal y la empresa, Eusebio Muñoz, informó que “la Misión que habrá de realizar el levantamiento topográfico en la Comarca Ngäbe-Buglé incluye la medición de la cota 103 metros sobre el nivel del mar en varias de las áreas comunes entre el Proyecto Hidroeléctrico Barro Blanco y la Comarca Indígena, así como la medición de esta cota sobre el río Tabasará”.
Lo anterior, señala el comunicado, con el fin de generar información que oriente el desarrollo de la misión de verificación contemplada en el acuerdo del 15 de marzo de este año.
Muñoz precisó a prensa.com que el grupo que está haciendo el trabajo se trasladó al área el pasado jueves, 21 de junio, y que esta semana harán un balance de lo avanzado a fin de determinar qué día de la próxima semana terminarán, ya que cuando llueve no pueden ir al campo.
“Cuando se termine el levantamiento empezará la etapa de reuniones para establecer cuándo se hará la visita de campo con todas las partes”, detalló Muñoz.
Explicó que el cronograma de trabajo se atrasó porque justo cuando la empresa iba a comenzar la medición se dieron la revueltas en el área de Barro Blanco.
Entre el 19 y el 21 de mayo, indígenas ngäbe buglé intentaron tomarse las instalaciones del proyecto Barro Blanco en Tolé, Chiriquí, señalando que representa un empobrecimiento para la población indígena y que afecta a los moradores de unas 35 comunidades; a pesar de que existe una mesa técnica que se ha mantenido dialogando tras la firma del acuerdo.
“Se atrasó la programación por los disturbios en Barro Blanco; había que esperar el trabajo técnico y ahora que se creó el ambiente” para poder comenzar, manifestó Muñoz.
El sacerdote asevera que en la mesa técnica prevalece un ambiente de cooperación entre las partes, para garantizar dar los pasos necesarios y salir adelante con el trabajo que tienen pendiente.
En febrero de 2012, indígenas aglutinados en la Coordinadora por la Defensa de los derechos de los pueblos ngäbe buglé y campesino escenificaron una serie de protestas que implicaron el cierre de la carretera Interamericana durante varios días, y enfrentamientos con los agentes antidisturbios durante los cuales incluso quemaron varias sedes de la Policía en el interior del país.
Las protestas, que causaron cuantiosas pérdidas materiales y que cobró la vida de una persona se produjeron en rechazo a la eliminación del artículo No. 5 del proyecto de ley No. 415 que establecía el régimen minero para la comarca y en el cual se eliminaban todas las concesiones de minería metálica y no metálica, así como las hidroeléctricas.
La redacción de ese proyecto de ley se realizó como parte de un diálogo que se entabló tras los disturbios que los trabajadores bananeros de Changuinola, Bocas del Toro, la mayoría indígenas ngäbe buglé protagonizaron en julio de 2010 en rechazo a la llamada Ley 3 en 1, con la cual el Gobierno pretendía permitir, entre otras cosas, que gobiernos extranjeros pudieran explotar los recursos mineros del país, algo que según ellos estaba dirigido al yacimiento minero de Cerro Colorado, que está situado dentro de la comarca Ngäbe-Buglé.