Ana Beatriz Bouche González, quien por años fue abogada y empleada de confianza del magistrado Alejandro Moncada Luna, confirmó que hace menos de cuatro años éste declaró bajo juramento, ante notario, ser propietario de una camioneta Toyota Land Cruiser del año 2005 y un reloj Rolex de oro, tipo “Presidente”. Nada más.
Así consta en una declaración notarial que a su vez rindió Bouche, el pasado viernes 3 de octubre, en la que confirmó que su exjefe ha adquirido dos apartamentos de Coco del Mar –uno de ellos comprado al contado–, desde su designación como magistrado. Por ambos inmuebles, desembolsó 1.7 millón de dólares.
Por estos hechos, Moncada Luna será denunciado mañana, ante la Asamblea Nacional, por la supuesta comisión de los delitos de enriquecimiento injustificado y blanqueo de capitales.
Aunque Moncada Luna fue juramentado el 4 de enero de 2010, no fue hasta finales de ese año que presentó su declaración de bienes patrimoniales. La Constitución dicta que ese requisito se debe atender 10 días después de la toma de posesión. Moncada Luna lo hizo únicamente después que la secretaria administrativa de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) comunicó a los magistrados que la Contraloría General de la República estaba solicitando las respectivas declaraciones patrimoniales, “o de lo contrario procederían a retener los pagos de salarios”.
La abogada, que fue coordinadora del despacho de Moncada Luna cuando éste presidió la CSJ (2012-2013), conoce al dedillo la situación patrimonial del magistrado, ya que lo ha acompañado en su andadura profesional en las últimas dos décadas.
Se conocieron en 1995, cuando Moncada Luna es designado en la dirección de la Policía Técnica Judicial (PTJ) en el gobierno de Ernesto Pérez Balladares (1994-1999).
Cuando es destituido de la PTJ por faltas a la ética, Bouche se fue con su jefe a la agencia Omega Security, de la que el defenestrado funcionario era socio –y que cerró hace cinco años, “en números rojos”–, y posteriormente a la firma Alejandro Moncada Luna y Asociados. Por último, lo siguió hasta la CSJ. Ahí estuvo hasta enero pasado, cuando culminó el periodo presidencial de Moncada Luna. “Tomé la decisión de no aceptar un nombramiento en una nueva posición que él me estaba ofreciendo en su despacho de la Sala Tercera”, contó Bouche en su declaración jurada del pasado viernes.
Confirmó además las transacciones que hizo el magistrado para adquirir, junto a su esposa, dos apartamentos en Coco del Mar: uno en el edificio Ocean Sky, a nombre de la sociedad Corporación Celestial, y otro en el PH Santorini, a nombre de Corporación Alpil. En ambas sociedad, María del Pilar Fernández de Moncada Luna figura como presidenta y representante legal.
A Bouche le consta que los accionistas de Alpil son los Moncada Luna, ya que como secretaria de dicha sociedad –puesto al que renunció el 30 de abril de 2014– le tocó suscribir los títulos: 50% para el magistrado y 50% para su esposa María del Pilar.
También negó que el matrimonio recibiera una herencia en España, de parte de un familiar de María del Pilar, como en algún momento le contó el magistrado. “En ningún momento, pese a la relación de trabajo y personal que teníamos, vi documento alguno que sustentara la existencia de esa herencia”.
“Para esa fecha yo laboraba con el magistrado y en ningún momento tuve conocimiento de la existencia de ese contrato”, señaló.
Sobre los presuntos “procesos millonarios” que atendió Moncada Luna como abogado litigante, refiriéndose específicamente a un proceso del cliente Agroindustrial, S.A. por el incumplimiento de un contrato de $28 millones, Bouche contó que la firma únicamente recibió $100 mil en honorarios. De esa cantidad, a ella le tocó $50 mil, dado que actuó como abogada sustituta. “Los socios de Agroindustrial, S. A. eran amigos personales de Moncada Luna y uno en particular amigo de infancia, por ende se les otorgó un trato preferencial en cuanto al pago de honorarios que, reitero, no superó la suma de $100 mil”.