La década de 1960 marcó, sin duda, un antes y un después en la historia panameña, en varios sentidos. Con el crecimiento de la ciudad, el surgimiento de empresas e industrias, así como la apertura de nuevas vías que hicieron posible una mejor intercomunicación entre los núcleos poblacionales del país, se genera una alta demanda de profesionales para atender los puestos laborales que se van creando.
Padres de familia de colegios católicos, junto a ciudadanos distinguidos del país, coordinados por el padre Benjamín Ayechu, llegan a la conclusión de que se requería abrir otros espacios en la educación superior, responsabilidad que recaía, en ese momento, y en solitario, sobre la Universidad de Panamá.
Sin embargo, no había en aquellos años una posibilidad jurídica para que la educación superior tuviese otros protagonistas, y en ciertos sectores de la sociedad se llegó a especular con la posibilidad de que se tratase de una acción elitista o sectaria.
La argumentación, planteada ante el Órgano Legislativo, no fue fácil, pero se pudo sostener y salir adelante. La educación superior particular venía a satisfacer una necesidad que respondía a las demandas de la época.
Con el respaldo del Órgano Ejecutivo, y de distinguidos diputados, se pudo llevar adelante la iniciativa, que cristalizó en el Decreto de Ley No. 16 del 11 de junio de 1963, que abría paso a la educación superior particular en Panamá.
De esta manera, y luego de los preparativos propios de esa gestión, el 27 de mayo de 1965 se funda la Universidad Católica Santa María la Antigua (USMA), convirtiéndose así en la primera universidad particular de la República.
Fundada sobre la base de los principios católicos, pero abierta en todo momento a los avances que plantea a cada momento la ciencia y la tecnología, la USMA enarbola su concepto de educación integral con excelencia, donde el estudiante es formado para desempeñarse cabalmente ante los retos de su profesión, consciente siempre de que su acción debe fundamentarse en los valores que dignifican al ser humano, y que, en tal sentido, le corresponde actuar en función de una transformación social que aporte beneficios para todos.
USMA, generadora de líderes con conciencia social
El número de profesionales que ha aportado la USMA a la nación en estas últimas cinco décadas supera con creces los 34,000, en variados campos del conocimiento, la ciencia y la tecnología. Tal diversidad se encuentra articulada por valores y principios comunes, al igual que por un sentido de liderazgo responsable que impregna sus acciones. Eso adquiere un valor trascendental, cuando existe la plena certeza de que, allí donde Panamá crece, hay un egresado de la USMA aportando su esfuerzo y ejerciendo un liderazgo eficiente.
En agosto de 2019 se llevó a cabo la graduación número 50 de la USMA, un total de 876 profesionales en los niveles de licenciaturas, especializaciones, maestrías y doctorados, todos ellos idóneos en una especialidad que el país requiere para desarrollarse y crecer integralmente.
El hecho de ser la quincuagésima promoción permitió abrir, entre la solemnidad del acto, un espacio de encuentro con los egresados de la primera promoción; se completó un círculo entre el pasado y el presente, para dar paso al promisorio camino hacia el mañana.
USMA, universidad renovada
Los 55 años de la USMA se alcanzan en momentos en que su prestigio y solidez la colocan a la vanguardia en el campo de la educación superior particular en Panamá, manteniéndose vertical en sus principios pero al mismo tiempo flexible en cuanto a su disposición a renovarse y atender los complejos retos de un presente marcado por cambios constantes, de la mano con la revolución digital, las tecnologías innovadoras y la idiosincrasia de las nuevas generaciones, factores con los que se amalgaman los nuevos escenarios de la educación.
Por esto, la USMA renueva constantemente no solo su oferta académica, sino también las estrategias con las que se imparten los conocimientos. De modo paralelo, realiza mejoras en infraestructura, en su equipamiento, en su administración, a la vez que promueve entre sus estudiantes y docentes el espíritu investigativo, requisito indispensable para abrirse paso y mantenerse, tanto local como internacionalmente, en el competitivo y exigente campo de la educación superior.
Servicio social transformador, eje del modelo USMA
La USMA dirige su misión a la transformación social, basada en un conjunto de valores, entre ellos la transparencia, el compromiso con la sociedad, la excelencia, la integridad, el respeto, la equidad y la honestidad. Para esto, forma profesionales que no solo se distingan por ser competentes en su campo, sino que asumen esa impronta USMA como norma de vida. El egresado de la USMA es un líder que anima y participa en la construcción de una mejor sociedad.
El distintivo Servicio Social Universitario resulta herramienta modeladora del carácter y la visión del egresado usmeño, haciéndole partícipe de las responsabilidades que le atañen como ciudadano y profesional. Además, diversos acuerdos y convenios interinstitucionales tienen como eje el logro de un desarrollo social promotor de la dignidad humana.
No cesa ahí la intención transformadora. En conjunto con la Conferencia Episcopal Panameña, y disponiendo del Servicio Social Universitario, se colabora con la ejecución de tareas que viabilicen la erradicación de la pobreza indígena, objetivo de la Fundación Nuestra Señora del Camino, en San Félix, Chiriquí. Se trata de un emprendimiento multidisciplinario que apela a la generación de oportunidades, a la innovación social, al fortalecimiento de la lecto-escritura y matemática básica, y a la formación de líderes comunitarios orientados a la producción agropecuaria y artesanal sustentable.
Bajo iguales condiciones se desempeñan estrategias similares en la Granja Escuela Casiciaco Haren Alden, en Las Minas, Herrera y en la Parroquia La Santa Cruz, en Chilibre, donde se suman acciones como la titulación de tierras, reciclaje de basura orgánica, producción de abono orgánico y desarrollo de huertos familiares. El modelo se ejerce también en la Parroquia La Asunción del Señor, en Las Mañanitas, sector en el que la cara urbana de la pobreza requiere contemplar y atender factores como el de los jóvenes en riesgo social, que conlleva asesoramiento para formar líderes parroquiales y emprendedores de micronegocios urbanos.
Impulso a la investigación
La investigación científica y el desarrollo tecnológico son puntales del crecimiento universitario acorde con los tiempos. En tal sentido, la USMA ha logrado metas importantes, sin precedentes institucionales, en todas las disciplinas del conocimiento que se imparten en todas sus facultades.
La investigación científica se define como una actividad organizada, sistemática y creativa, cuyo fin es incrementar y mejorar el conocimiento para utilizarlo con el fin de crear nuevas aplicaciones. Es un motor primordial en el desarrollo del estudiante de hoy, puesto que resulta una herramienta eficaz al impulsar la creatividad, ampliar conocimientos y ejercitar el talento para impactar positivamente en la sociedad.
En tal sentido, el Centro de Innovación Social de la USMA tiene un rol importante en este ámbito, incentivando a los estudiantes para que, mediante el emprendimiento, desarrollen proyectos útiles ante las necesidades de la sociedad, la industria o el comercio, que sean socialmente responsables.
Sin duda, la huella de la USMA en estos 55 años es indeleble en la nación, y sigue marchando en pos de grandes metas con las que soñaron sus fundadores en 1965, y que en este siglo XXI, como realidad tangible, innovan el presente y marcan el camino hacia el futuro.