La NASA lanzó el domingo una sonda en una misión sin precedentes: acercarse al sol más que ninguna otra enviada antes.
Este otoño, la sonda solar Parker volará directamente a través los bordes de la corona del sol, como se conoce a su atmósfera externa, que pudo verse durante el eclipse solar total del pasado agosto.
Con el tiempo, llegará a seis millones de kilómetros (3.8 millones de millas) de la superficie del astro.
Aún entonces mantendrá su temperatura fría a pesar del extremo calor y la radiación y permitirá a los científicos explorar el sol como nunca antes.
"Todo lo que puedo decir es: 'Wow, allá vamos'. Vamos a aprender algo en los próximos años”, dijo Eugene Parker, el astrofísico de 91 años que pronosticó la existencia del viento solar hace 60 años y da nombre a la sonda.
Protegida por un nuevo y revolucionario escudo térmico de carbono y otras maravillas de alta tecnología, la nave espacial pasará junto a Venus en octubre y establecerá su primer contacto solar en noviembre.
En total, la sonda Parker realizará 24 acercamientos en los próximos siete años, en una misión con un costo de mil 500 millones de dólares.
Por segunda noche consecutiva, miles de espectadores se congregaron en el lugar del lanzamiento, en Cabo Cañaveral, y en las localidades cercanas, incluyendo Parker y su familia.

