El acceso a la energía eléctrica es una paradoja sobre la disparidad mundial.
Mientras que en países industrializados existe un despilfarro de la energía eléctrica, en otras regiones no desarrolladas la problemática ronda en que una de cada cinco personas (es decir, cerca de 1.3 millones de habitantes) no tiene acceso a la electricidad, según la Organización de Naciones Unidas.
En Panamá, la tendencia de su consumo ha estado en crecimiento.
Por ello, desde la Secretaría Nacional de Energía se buscan alternativas orientadas a hacer un uso más racional de la energía eléctrica.
Actualmente, este organismo prepara iniciativas que persiguen que Panamá se una al movimiento mundial en pro de que la energía sea un recurso sostenible.
Dos proyectos preparados por la Secretaría Nacional de Energía —en conjunto con la firma británica Carbon Trust, experta en la implementación de eficiencia energética para reducción de la huella de carbono—, ganaron un financiamiento de cerca de $120 mil dólares a través del programa de fondos de la Foreign & Commonwealth Office de la Embajada de Inglaterra, y están enfocadas a encontrar resultados que impacten el desarrollo del país, explica la ingeniera eléctrica Marta Bernal, de la Secretaría Nacional de Energía.
Reciben los nombres de Colegios sostenibles para Panamá, y Eficiencia energética en sectores no residenciales.
Ambas iniciativas, que comenzaron a desarrollarse a partir de agosto pasado, están basadas en el contenido de la Ley 69 de Uso Racional y Eficiente de Energía, del 12 de octubre de 2012, que establece los lineamientos generales de la política nacional para el uso racional y eficiente de la energía en el país.
Con esta normativa se busca suministrar información y educar sobre las oportunidades para la eficiencia energética y sobre las mejores prácticas disponibles de consumo, impulsar la ejecución de proyectos de ahorro y de uso racional y eficiente de la energía en los distintos sectores consumidores de energía, así como apoyar el desarrollo de proyectos que reducen emisiones de gases de efecto invernadero por medio del mejoramiento de la eficiencia energética, entre otros fines.
Los proyectos premiados buscan contribuir con la reducción del 20% de las emisiones de carbono a través de la eficiencia energética, señala Bernal.
COLEGIOS SOSTENIBLES PARA PANAMÁ
Un total de diez escuelas de la ciudad capital participan en este proyecto con miras a promover la eficiencia en los procesos consumidores de energía en sus planteles educativos.
Esta iniciativa cuenta con un comité interinstitucional conformado por el Ministerio de Educación, el Ministerio de Ambiente y la Universidad Tecnológica de Panamá.
Dicho proyecto se divide en dos etapas. En la primera participan cinco colegios (Instituto Rubiano, Instituto América, Instituto Fermín Naudeau, Instituto Dr. Alfredo Cantón y Escuela Gran Bretaña), y luego a partir de noviembre continuará la segunda en los cinco planteles restantes que están por definirse, menciona la ingeniera.
El martes 29, miembros de la Secretaría Nacional de Energía, en conjunto con representantes de Carbon Trust, realizarán las auditorías energéticas en las primeras cinco escuelas.
“Una vez se hagan las auditorías energéticas, se les va a diseñar un plan, y se hará una campaña de educación en esos colegios sobre cómo implementar sus programas y proyectos para reducir lo que se diagnosticó según las auditorías energéticas”, señala.
Así, los otros cinco colegios de la segunda fase tomarán como modelo aquello que se implementó en las primeras escuelas para ponerlo en práctica en sus estructuras.
A través de este proyecto se busca conocer de qué manera se realiza el uso de la energía eléctrica en el aula de clases, ya sea a través de la iluminación, aires acondicionados, así como una evaluación de la estructura del plantel, el estado del techo, instalaciones, antigüedad de los equipamientos, entre otros.Así mismo, este proyecto analiza conceptos conductuales de los involucrados en las aulas.
Esta iniciativa persigue que no solo el sector educativo conozca cómo implementar programas para reducir su huella de carbono, sino que los estudiantes lleven estos conceptos a sus hogares y los compartan con sus familiares, afirma.
EFICIENCIA ENERGÉTICA EN SECTORES NO RESIDENCIALES
En cuanto al sector comercial —mas no el residencial—, al ser en Panamá aquel que mayor demanda de energía eléctrica registra, surgió la necesidad de realizar esta propuesta con miras a hacer un uso más eficiente y racional del recurso en el país, comenta Bernal.
Esta iniciativa trata de asesorar a los comercios del país para “ayudar a que puedan aprender de los proyectos [de ahorro energético] que nosotros [la Secretaría Nacional de Energía] tenemos”.
A partir de octubre se realizarán reuniones con los gremios vinculados a los sectores comercial e industrial para captar interesados en el proyecto.De todos, se escogerá uno para hacer una evaluación de su consumo energético y se le diseñará un programa contemplando las Acciones Nacionales de Mitigación Apropiada, una alternativa de mitigación para países en desarrollo, adoptada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, de 2007.
“Hoy día no nos damos cuenta [del impacto que causa el despilfarro de la energía eléctrica] porque estamos empezando con esta ola [de ahorro energético], pero al final va a llegar un momento en que estas medidas van a ser obligatorias”.