10 mitos sobre las neuralgias y los dolores neuropáticos



1 Una neuralgia es igual a un dolor neuropático.

Falso. El término “neuralgia” se refiere al dolor que proviene de una estructura nerviosa, ya sea por enfermedad, inflamación o lesión. El término neuropatía se refiere más específicamente a una enfermedad o disfunción en nervios o estructuras asociadas, ya sea en la periferia (en nervios de piernas, brazos, tronco, cara) o a nivel central (en el encéfalo o médula espinal). La definición actual de neuropatía es: “Dolor que surge como consecuencia directa de una lesión o enfermedad que afecta al sistema somatosensorial”. (IASP 2015)

 

2 Las neuralgias solo dan en la cara.

Falso. Los dolores neurálgicos pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Por ejemplo, pueden ser más frecuentes en la cara, cabeza, piernas y zona lumbar. Por ejemplo, la radiculopatía lumbar (“ciática”), la neuralgia postherpética (dolor persistente posterior a un episodio de herpes), la neuropatía diabética y la neuropatía relacionada con el VIH, son frecuentes.

 

3 Los medicamentos comunes para el dolor ayudan en las neuralgias.

Falso. Los analgésicos comunes generalmente tienen poco impacto sobre los dolores que tienen un origen neuropático. Las neuralgias y neuropatías, generalmente se tratan con medicamentos que tienen un efecto de “neuromodulación”. Pueden ser desde anticonvulsivantes, antidepresivos hasta opioides.

 

4 Las neuralgias se curan.

Cierto y falso. Algunas neuralgias, por ejemplo aquellas que se relacionan con la inflamación de un nervio (neuritis debido a un trauma, una infección, etc.), pueden ser reversibles y desaparecer con el tiempo. Pero otras, como por ejemplo la neuralgia del trigémino o las neuralgias postherpéticas, pueden ser tratadas exitosamente, manejando el dolor y otras posibles consecuencias, pero sin que se llegue a una cura definitiva.

 

 

5 Las neuropatías son frecuentes en los adultos mayores.

Cierto. Las neuropatías, por regla general, son más frecuentes en personas mayores de 55-60 años. Esto no significa que no puedan presentarse en niños, adolescentes o adultos jóvenes, pero son menos frecuentes.

 

6 Las neuropatías y neuralgias son prevenibles.

Cierto y falso. Algunas neuropatías y neuralgias pueden prevenirse o disminuir el riesgo de desarrollarlas, si se toman ciertas medidas. Por ejemplo, los adultos mayores que presentan lesiones por herpes zoster están en un riesgo aumentado de desarrollar una condición llamada neuralgia postherpética. Este es un problema doloroso, en donde se mantiene un dolor de tipo quemante o ardoroso en el área que estuvieron las lesiones del herpes, aun tiempo después de que las mismas hayan sanado. Debido a esto, el tratamiento farmacológico del herpes zoster en adultos mayores debe incluir medicamentos de neuromodulación.

Pero otras neuralgias, como la neuralgia del trigémino, muchas veces se presentan sin que exista una causa aparente y, por lo tanto, no son prevenibles.

 

7 Los niños no sufren de neuropatías.

Falso. Los niños pueden tener dolores neuropáticos, aunque son menos frecuentes que en los adultos.

 

8 Los dolores neuropáticos pueden tratarse con cirugía.

Cierto. Algunos dolores neuropáticos pueden manejarse a través de procedimientos invasivos distintos, generalmente luego de que se ha intentado el manejo con medicamentos y terapias alternas. Hay varios procedimientos diseñados específicamente para el manejo de ciertos dolores neuropáticos.

 

9 Las neuralgias generalmente son dolores episódicos.

Falso. Hay neuralgias que son episódicas (es decir, el dolor viene y va, no está siempre presente) y existen neuralgias continuas (o sea que el dolor siempre está allí, aunque cambie en intensidad durante distintos periodos). Uno de los criterios para el diagnóstico de estos problemas es precisamente la presentación en el tiempo.

 

10 Con el tiempo, las neuralgias pueden aumentar.

Cierto. Si el cuadro neurálgico o neropático no es manejado de manera adecuada y oportuna, puede transformarse, ya sea aumentando la intensidad, el lugar o la frecuencia de los episodios de dolor, y sumar otros síntomas al cuadro de dolor. De aquí que el manejo adecuado y a tiempo es indispensable.

(La autora es algeóloga orofacial, máster en tratamiento del dolor y presidenta del Capítulo Panameño de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor. Web: www.draeka.com / Correo electrónico: cefaleas.dolor.atm@gmail.com / Twitter: @ekaperezfranco).

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