Las vacunas ayudan a proteger contra enfermedades que antes eran más frecuentes –tétanos, difteria, paperas, sarampión, tos ferina, meningitis y poliomielitis–; sin embargo, algunas personas se oponen a la aplicación de estas y más cuando se trata de sus niños, pues consideran que no son seguras.En varios puntos del mundo, a esta situación se le ha denominado “movimientos antivacunas”. Frente a este panorama, los expertos en la materia recalcan que los beneficios de las vacunas superan con creces los riesgos.De hecho, estos grupos han estado en el ojo de la tormenta desde mediados de enero, debido a un brote de sarampión que comenzó en Disneyland (California, Estados Unidos) y que se ha esparcido hasta llegar a 100 casos en 14 estados de este país y que, incluso, ha traspasado la frontera con México, según reportes internacionales. Las autoridades de salud indicaron que la mayoría de los que enfermaron no había recibido la vacuna de sarampión, paperas y rubeola; es decir, la triple vírica.
*Marta, una profesional panameña con un hijo de cinco años, es un ejemplo de estos casos. Sin titubeos dice: “por nada del mundo le pondría una vacuna a mi hijo”.
¿Cuál es la razón de su firme decisión? Primero, porque ha visto casos de niños que se hinchan, con fiebre o dolor en la zona del pinchazo. Segundo, porque ella y un grupo de amigos han vinculado las vacunas con condiciones como el autismo.
Origen
Estas son las hipótesis de todos los grupos “antivacunas” que hay en diversos rincones del mundo, según experiencias de especialistas.La oposición a la vacunación o grupos “antivacunas” existe desde que empezaron a usarse las vacunas, y los grupos antivacunas fundamentan sus opiniones afirmando que estas no tienen sostén científico, asevera la infectóloga pediatra del Hospital del Niño, Kathia Luciani.Aunque comenta que el movimiento “antivacunas” tomó fuerza en Estados Unidos, particularmente a partir de 1998 cuando se publicó en la revista The Lancet un estudio del doctor británico Andrew Wakefield en que se vinculaba a la vacuna tripe vírica –que se administra para la inmunización contra el sarampión y la rubeola– con el autismo.Pero estudios médicos posteriores demostraron que las conclusiones de Wakefield (quien acabó perdiendo su licencia para ejercer la medicina) carecían de base científica, aunque el daño ya estaba hecho.Estos grupos predominan en Estados Unidos, Europa, pero también hay en África y la India, comenta Luciani.
Expertos opinan
La vacunación es una de las medidas más efectivas en la prevención de enfermedades y muertes, y no solo provee protección individual, sino también colectiva. “Las vacunas actuales son seguras y eficaces”, reitera la infectóloga pediatra.El hecho de que un padre decida no vacunar a su hijo más que por ignorancia es por falta de información, dice, por su parte, la pediatra Noris Cueva.Por otro lado, Luciani indica que “no tiene conocimiento de algún grupo antivacunas formal en Panamá”, pero que es frecuente la consulta a páginas de internet y mala información, lo que promueve las dudas entre la población.Es necesario que el proveedor de salud aclare todas las dudas que tenga el padre o un paciente antes de la aplicación de cualquier inmunógeno.El padre que más se informa comprende que hay menor riesgo de padecer una complicación de las enfermedades prevenibles si se aplican las vacunas, recalca Cueva.
Más datos
La Comisión Nacional de Prácticas de Inmunización elabora y revisa anualmente el calendario de vacunación para el país, que incluye el calendario de niños, embarazadas, adultos y personal de salud. Este calendario de vacunas es uno de los más completos de Latinoamérica, asegura Luciani.
Recalca que es cumplido estrictamente en las instituciones públicas de salud y por la mayoría de los pediatras a nivel privado.
Las vacunas del Esquema Nacional de Vacunación incluyen las siguientes: influenza, rotavirus, papiloma, hexavalente, pentavalente, hepatitis A y B, sarampión, paperas, rubéolas, según datos del Ministerio de Salud (Minsa).
A raíz del revuelo ocasionado por los casos de sarampión en Estados Unidos, el Minsa ha hecho un llamado reiterado a la sociedad para que asista periódicamente a su médico, ya sea en los centros de salud, policlínicas de la Caja de Seguro Social o clínicas privadas para una revisión y actualización de su control de vacunación.
*El nombre fue cambiado