La vaca, un animal sin desperdicio

La vaca, un animal sin desperdicio


La mansa vaca tiene un destino cruel que ha sido trazado por el hombre.

Ella es, probablemente, el único animal del mundo —excepto en India, donde es una especie sagrada— del cual se aprovecha todo en su industrialización.

La bondadosa vaca es mucho más que leche y carne. Todo aquello que se derive de este rumiante que no sirva de alimento, el ser humano lo procesa para darle otro uso: desde su pellejo hasta su excremento. La vaca es, en otras palabras, un animal sin desperdicio alguno.

Casi todo lo de la res le provee algún beneficio al hombre, piensa Julio Ramírez, expresidente de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan). “Es infinita la cantidad de usos [que se le puede dar a la vaca]. Si nosotros botamos un 1% del animal es mucho”.

Además de sus órganos y vísceras, que sirven como comida humana, todo aquello que no se puede degustar también trae otros beneficios para la economía.

“En la etapa de la industrialización es donde el ser humano aprovecha la res al máximo”, resume.

ALIMENTO

Dejando a un lado su carne y vísceras comestibles, gracias a la vaca las personas deleitan su paladar con la gelatina, ya que esta se produce a partir de sus cartílagos y huesos. “¡Ahora un montón de gente no va a querer comer gelatina!”, afirma Ramírez.

De esos cartílagos y huesos se extrae colágeno, el cual pasa a ser convertido en la gelatina que se consume, explica Rosendo Sáenz, miembro de la Asociación Panameña de Médicos Veterinarios.

Por otro lado, mucho de los despojos, “aquello que no nos vamos a comer de las partes internas de la vaca, se cocinan, se preparan, se muelen y reciben un proceso industrial que, si se hace bien, resulta ser un producto totalmente bueno para los animales no rumiantes”, comenta Ramírez.

Ni su sangre se salva, ya que al sacrificar a la vaca se le extrae la sangre, y esta pasa por un proceso de secado hasta convertirse en polvo, surgiendo así la harina de carne que es utilizada para alimentar a los animales no rumiantes, dice Euclides Díaz, secretario ejecutivo de la Anagan.

Sus huesos tampoco se tiran a la basura. Sáenz añade que estos, tras ser cocinados y posteriormente molidos, se usan en la producción de harina de calcio, que se utiliza para la alimentación animal, principalmente en la avicultura.

VESTIDO

La vaca también se despoja de su piel para vestir y calzar al ser humano.

El cuero bovino es aprovechado para la elaboración de vestidos, zapatos y carteras, siendo esta “una utilidad económica muy importante” para la industria, indica Ramírez.

Ni los cuernos del toro se desperdician, ya que al estar constituidos de un material duro como el hueso, pueden ser utilizados para fabricar botones, por ejemplo, agrega.

MEDICINA

Usted tampoco imaginaría que la pacífica vaca que pasta cuenta con gran potencial para la salud humana.

Muchas vacas preñadas son sacrificadas para extraer la sangre de su feto para que esta sea procesada para efectos medicinales, señala Ramírez.

La sangre del feto pasa por un procedimiento especial, con el que se consigue que se extraiga suero fetal bovino, que es de muchísima utilidad en el campo de la biotecnología, explica Moisés Restrepo, encargado de la planta de producción de una empresa nacional productora de suero fetal bovino.

“El suero fetal bovino se utiliza en las técnicas de estudios de líneas celulares, el cultivo de virus, la producción de anticuerpos monoclonales utilizados en pruebas de laboratorio, se usa como vehículo de las sustancias activas en medicamentos inyectables para bovinos; y es útil en la criopreservación de embriones de bovinos para el mejoramiento de las razas bovinas”, comparte Restrepo.

Los cálculos biliares de la res también se extraen para la elaboración de fármacos, indica Díaz. Incluso, en la cultura oriental los cálculos biliares bovinos se usan como afrodisíaco, plantea Sáenz.

Así mismo, agrega que hay empresas que recolectan la bilis de la vaca en Panamá para luego ser enviada al extranjero, donde hacen medicamentos con ella.

La vaca está presente en el salón de operaciones. Muchos cirujanos utilizan hilos o catgut en suturas quirúrgicas, que son fabricados a partir de los intestinos y de la mucosa bovina, comenta Sáenz.

FERTILIZANTE Y ENERGÍA

¡Hasta sus desechos orgánicos son altamente rentables! Algunos pensarían que su estiércol y orina no son más que desechos, pero con su procesamiento se genera un “abono orgánico excelente” para los potreros, recalca Ramírez.

En algunos lugares en donde se confinan las heces bovinas estas son utilizadas para la producción de energía, agrega Díaz y añade que esto requiere un proceso de filtrado del que “se obtienen los productos sólidos que se usan para hacer fertilizantes. Su fermentación produce gas metano, y este gas se utiliza para poner plantas generadoras de energía eléctrica que se mueven a base del combustible de metano, que es muy limpio y no deja rastros en la atmósfera. Esto se está desarrollando en Alemania”.

ARTE, BELLEZA y limpieza

Muchas obras de arte se han pintado con brochas y pinceles “finísimos” de pelo de cola de vaca, afirma Ramírez.

En la industria cosmetológica, la vaca ayuda a embellecer. El sebo, o la grasa cruda de la res, se utiliza para diversos fines en la fabricación de maquillaje, dice.

La vaca también fomenta la limpieza. Del cocimiento de varios de sus subproductos se obtienen sebos y grasas que se usan para producir jabón, comenta Sáenz.

MASCOTAS

Los perros se divierten con la vaca si se toma en cuenta que muchos de los juguetes con forma de hueso que los canes mastican se hacen con el pene del toro, indica Díaz. Otras partes de la res también se usan para su fabricación.

DEPORTE

Sin la vaca, algunos deportes, como el tenis, no serían posibles. El cordaje, o conjunto de cuerdas que componen una raqueta de tenis, se fabrica con el procesamiento del intestino bovino, afirma Sáenz.

Así mismo, algunas personas le aplican sebo de vaca a las bolas de béisbol y fútbol para que estas sean más resistentes a la humedad, menciona Ramírez.

Por estos atributos y más, no se debe subestimar el protagonismo que la rica y pobre vaquita tiene en la vida humana.

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