A medida que pasan los días, la situación en el sistema educativo oficial se complica, ya que los gremios docentes han indicado que la huelga es indefinida. La crisis que se vive en el país ha provocado la muerte de dos educadores y ha dejado a una docente viuda.
Homenaje a nuestros mártires docentes y amigos de la educación panameña. pic.twitter.com/2aZYfl160N
— ASOPROF (@ASOPROF30) November 8, 2023
Los docentes llevan tres semanas en la calle exigiendo la derogación de la Ley 406, que adopta el contrato entre el Estado y la empresa Minera Panamá, filial local de la canadiense First Quantum Minerals. No obstante, la Corte Suprema de Justicia debe decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad contra la Ley 406 (de momento, son nueve).
El Órgano Judicial, el pasado 9 de noviembre, informó que no es posible establecer mecanismos “abreviados” para la resolución de las demandas y, por tanto, se deben respetar los términos para resolverlas. El procurador de la Administración, Rigoberto González, que ya envió una opinión a la Corte advirtiendo que la Ley 406 es inconstitucional, calcula que antes que termine el año podría haber sentencia respecto a una de las nueve demandas.
Si la huelga se mantiene hasta que salga el fallo de la Corte, significaría que los docentes no regresarían a las aulas en lo que queda del año escolar.
Las estadísticas del Meduca indican que, si hay que cerrar el año escolar con las calificaciones actuales, 38,000 estudiantes de colegios oficiales estarían en riesgo de reprobar, es decir, repetir el grado, y unos 85,000 tendrían que recuperar al menos una materia.
El tercer y último trimestre se inició el 18 de septiembre y debe terminar el 22 de diciembre. El calendario escolar señala que el período de balance y graduaciones de los estudiantes es del 26 al 29 de diciembre de 2023, según Gaceta Oficial.
— ASOPROF (@ASOPROF30) November 9, 2023
Situación precaria
Ante este escenario, la Gran Alianza por la Educación - integrada por al menos 17 organizaciones - manifiesta que estas interrupciones en la educación se suman a la situación precaria del sector tras los cierres prolongados por la pandemia.
La Gran Alianza recuerda que un día de interrupción de clases equivale a tres días de pérdida de aprendizaje, según el Banco Mundial. El efecto de estos cierres impacta en el aumento de la desigualdad, la pobreza, la violencia y afectaciones en la salud mental de los niños, niñas, adolescentes y las familias, plantean, plantean las organizaciones.
Los miembros de la alianza reconocen que hay mucho que fortalecer en el sistema educativo, pero la escuela es el mejor lugar para que la niñez pueda desarrollar su mayor potencial. Los centros educativos representan un lugar seguro para miles de estudiantes a nivel nacional, siendo el sitio donde reciben alimentos diarios, protección y otros servicios sociales. Dadas las recientes afectaciones, los estudiantes se encuentran más vulnerables a la inseguridad alimentaria, falta de acceso a servicios de salud, violencia, abuso y explotación.
Recientemente, Aldo Bazán, presidente de la Asociación de Padres de Familia de Escuelas Oficiales, manifestó a La Prensa que están preocupados por el sistema educativo del país, puesto que la lucha llega un momento en el que hay que medir las afectaciones que genera una acción.
Subrayó que comprenden la situación coyuntural que se vive en rechazo al contrato minero, pero es oportuno que el Meduca y los gremios docentes pongan en la balanza la educación de los alumnos.
Bazán recordó que en el calendario escolar se estableció que los exámenes trimestrales deberían comenzar el próximo 20 de noviembre. “Este paro indefinido afecta las fechas de los exámenes finales, así como las prácticas profesionales de los estudiantes”, dijo.
Por su parte, Yair Velásquez, de Jóvenes Unidos por la Educación, afirmó que la situación educativa en Panamá es preocupante, ya que las interrupciones de clases, sin importar la causa, han resultado en pérdidas importantes en conocimientos y habilidades fundamentales, que no serán fáciles de recuperar.
“Cada interrupción de clases afecta la retención escolar y las oportunidades de aprendizaje de los niños. Para mejorar, es imprescindible implementar propuestas que gozan de amplio respaldo como el Compromiso Nacional por la Educación (2017)”, añadió.
Panamá, antes de la pandemia, estaba por debajo del promedio de América Latina y el Caribe en el área curricular de lectura, matemática y ciencias naturales.
Así lo demostró el Estudio Regional Comparativo y Explicativo, ERCE 2019, presentado en noviembre de 2021 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), en el que Panamá obtuvo un puntaje total de 659.12, lo que ubica el desempeño escolar del país por debajo del promedio regional, que ronda los 700 puntos.
En el ERCE 2019 participaron 10 mil 978 estudiantes panameños de tercer y sexto grado de escuelas oficiales y particulares del país.
La mayoría de las escuelas particulares sí está dando clases, incluso presenciales.