Las protestas en el área este de la ciudad ya se han vuelto habituales. En las barriadas de los corregimientos de Tocumen, 24 de Diciembre, San Martín y Pacora, estas se deben a que las principales fuentes de agua que abastecen a esas comunidades están secas. Los ríos Pacora, Cabra y Tocumen han disminuido su capacidad de generar el agua suficiente para proveer el líquido a las más de 90 comunidades de ese sector y que suman 197 mil 260 habitantes, según el Censo 2010 de la Contraloría General de la República. Ante este desalentador panorama, las autoridades del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) tienen el reto de garantizar que las personas cuenten con el recurso, tomando como referente que la ciudad de Panamá seguirá creciendo hacia esa zona. Con ese propósito, el Idaan ya analiza posibles alternativas que aseguren de manera permanente el abastecimiento de agua potable al sector de la ciudad. Abilio Pitti, director de Operaciones de la institución, explicó que están estudiando varias alternativas para suministrar el agua a esa área. La primera, consiste en ampliar la planta potabilizadora Federico Guardia Conte en Chilibre
Noel Trejos Castillo
Director de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas
La otra opción consiste en buscar una fuente de recurso hídrico que complemente la labor actual de la potabilizadora de Chilibre.
“Se está pensando en la ubicación y construcción de un proyecto que está en su etapa inicial y lo que se quiere es llegar a una solución permanente, consiguiendo fuentes del lado este”, dijo Pitti, quien añadió que lo que se pretende es “conseguir unas fuentes que sean mucho mejores que [los ríos] Pacora y Cabra y con esas fuentes abastecer el lado este”.
Otra alternativa que se contempla es construir una potabilizadora que se abastezca del río Bayano, en el distrito de Chepo, el cual tiene una longitud de unos 206 kilómetros y que nace en la cordillera de San Blas y desemboca en el golfo de Panamá. Es el tercer río más largo del país, tan solo superado por el Chucunaque y el Tuira, en Darién.
“No queremos dar soluciones momentáneas, por eso nos tomaremos el tiempo para analizar todas las posibilidades”, manifestó el funcionario.
NECESIDAD INMINENTE
Para el exdirector del Idaan Juan Antonio Ducruet la realidad es que “es importante buscar nuevas alternativas, porque tanto el río Cabra como el Pacora, se ven afectados de manera cíclica todos los años en la temporada seca, sumado a la falta de planificación y la deforestación”.
Según Ducruet, las alternativas que planteen las actuales autoridades del Idaan, son indispensables y válidas ambas porque son “complementarias una con la otra”.
“Se tiene que ampliar Chilibre, se tiene que mejorar la conducción del agua hacia la zona este y se tienen que buscar otras fuentes hídricas, porque en definitiva, la ciudad está creciendo hacia esa zona”, manifestó.
No obstante, apuntó a otro componente para asegurar el suministro de agua potable. Mencionó que es importante que el Idaan mejore su método de cobro y de medición por el servicio que ofrecen y se haga una ardua campaña en la que se oriente sobre el mejor uso del recurso y su ahorro.
FALTA DE PLANIFICACIÓN
Noel Trejos Castillo, director Nacional de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas del ahora Ministerio de Ambiente, indicó que la situación no es exclusiva del área este de la ciudad, sino que se trata de una situación que se ha generalizado en todo Panamá.
Añadió que el país cuenta con una oferta hídrica que cubre unos 200 millones de metros cúbicos, los cuales se encuentran distribuidos en las 52 cuencas en todo el país, 18 que drenan para el océano Atlántico y 34 para el océano Pacífico en donde se concentra la mayor población.
“De acuerdo con las estadísticas que manejamos, tenemos un aprovechamiento del recurso hídrico del 6% de toda la oferta hidrográfica y eso significa que no deberíamos tener problemas, pero en este momento el problema se debe a la falta de gestión y planificación”.
Estimó que se debe hacer un esfuerzo interinstitucional y ciudadano en el que se consideren varios aspectos fundamentales como, por ejemplo, la conservación de las zonas de recargas hídricas de las cuencas, las áreas protegidas y la conservación de la cobertura boscosa.
De igual manera, señala que es importante garantizar que se lleven a cabo los planes de manejo destinados a las áreas protegidas de acuerdo a su condición de reserva hídrica y forestal, preservar los bosques de galería y definir las áreas críticas con el ánimo de recuperarlas.
A su juicio, ha llegado el momento de que se deje de reaccionar ante los riesgos y desastres naturales y se empiecen a crear mecanismos de prevención.