En la fase final está la evaluación del estudio de impacto ambiental (EIA) categoría III del proyecto minero Cerro Quema, en Los Santos, y hasta ahora los expertos coinciden en que cumple con los requerimientos de ley, aunque residentes y activistas lo rechazan.
El proyecto, que data de la pasada administración, contempla una concesión para la extracción de oro en 15 mil hectáreas, cuya operación comenzaría a finales de este año.
Según el estudio, el proyecto contempla la instalación de una planta de óxido de oro, que podrá procesar 10 mil toneladas por día.
El director de Calidad Ambiental del Ministerio de Ambiente, Yamil Sánchez, informó que para la evaluación de este proyecto contrataron una consultoría internacional. “El consultor tiene más de 30 años de experiencia en temas de gestión ambiental, así como en la dirección y ejecución de estudios de impacto ambiental. Es por ello que su evaluación, respecto al estudio de impacto ambiental de Minera Cerro Quema, nos parece acertada”, explicó.
El proyecto de Cerro Quema –en manos de la Dirección de Evaluación y Ordenamiento Ambiental desde 2015– consta de tres fases. La primera tiene que ver con la construcción de facilidades mineras y rehabilitación de caminos, la segunda con el desarrollo de actividades de minado de los tajos La Pava y Quemadita, y con el procesamiento del mineral; y la última etapa corresponde al cierre del proyecto, que se calcula tendrá una duración de unos 10 años, con una inversión aproximada de $140.5 millones.
Sánchez confirmó que, luego del proceso de evaluación, se concluye que este proyecto propone un diseño y mitigaciones que hacen la actividad “viable”. “De ser emitida la aprobación, estaremos vigilantes a que todas estas mitigaciones se cumplan”, aseguró.
Sobre los daños al medio ambiente, reconoció que toda actividad genera impactos y conlleva riesgos, aunque para este caso consideran que el promotor presentó un plan de manejo ambiental que se ajusta a la normativa.
A la vez, dijo que el promotor realizó un “adecuado” plan de participación ciudadana, en el cual consultó a comunidades del área de influencia directa e indirecta.
Sin embargo, admitió que al Ministerio de Ambiente le toca asegurarse de que cumplan con el plan de manejo de riesgos.
OTRAS EXPLORACIONES
Pese a las declaraciones del Ministerio de Ambiente, el Frente Santeño contra la Minería rechazó el proyecto minero, pues, a su juicio, abriría el camino a otras concesiones en la península de Azuero, que abarca a las provincias de Herrera, Los Santos y Veraguas.
Milciades Pinzón, coordinador del frente santeño, señaló que durante la consulta pública para este proyecto hubo “manipulación”. “Cómo va a opinar la gente de una mina o un estudio sobre el cual no conoce”, aportó.
Pinzón manifestó que este tipo de proyectos no son “viables” en una zona como Azuero, donde se debe cuidar las fuentes hídricas. Utilizó como ejemplo la reciente crisis del agua que ocasionó el fenómeno de El Niño en Herrera y Los Santos.
El frente también denunció las pretensiones de sumar a la amenaza de la explotación aurífera de Cerro Quema otras minas ubicadas en La Pitaloza, provincia de Herrera y colindante con la provincia de Los Santos (ver mapa adjunto).
De hecho, el Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) informó que, además de las concesiones que ya tiene la empresa Minera Cerro Quema, la misma desea implementar la minería en 14 zonas nuevas, con una extensión de 55 mil 122 hectáreas.
Entre esas, mencionó que están algunos lugares saliendo de la provincia de Los Santos y entrando incluso en áreas protegidas, como son El Montuno, en Herrera, y la zona de manejo marino costera del Golfo de Montijo, en Veraguas.
Varias de esas concesiones a las que se refiere el CIAM están en estos momentos en trámite o fase de evaluación en el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI).
Isaías Ramos, biólogo del CIAM, indicó que ya se tiene el precedente de malas experiencias con proyectos mineros, como el de Santa Rosa en Veraguas y Petaquilla, entre Coclé y Colón. “Ahora se pretende en mitad de una zona agropecuaria y con problemas de agua y pobreza”, sostiene el activista al hacer referencia a Cerro Quema.
De acuerdo con Ramos, si se aprueba un proyecto como Cerro Quema, se pone en riesgo toda el área de Azuero, ya que los impactos serán “acumulativos graves” para toda la región desde el punto de vista sociológico, cultural y natural.
“La autoridad debe evaluar el estudio con firmeza por las implicaciones que se tienen”, concluyó.
Otros activistas, como Harley Mitchell hijo, exdirector de Legal de la desaparecida Autoridad Nacional del Ambiente, han planteado que Cerro Quema no es “oportuno” en esa zona.
EMPRESA RESPONDE
Por su parte, Hilda Candanedo, gerente ambiental de la Empresa Minera Cerro Quema, subsidiaria de la minera canadiense Pershimco Resources, explicó que el EIA entró en evaluación al Ministerio de Ambiente el 10 de febrero de 2015, y el foro público se llevó a cabo el 16 de mayo de ese mismo año, pero hasta la fecha el estudio ambiental categoría III, denominado “Proyecto Minero Cerro Quema para la Extracción de Óxidos de Oro”, no ha sido aprobado.
Añadió que el inicio de la extracción va a depender de cuando se dé la aprobación del estudio ambiental, ya que hay actividades que solo pueden ser desarrolladas en la temporada seca.
Además, Candanedo aclaró que solo cuenta con tres concesiones mineras, y no tiene conocimiento sobre los planteamientos del frente y del CIAM.