El Ministerio de Ambiente notificó ayer a la empresa Constructora Alfa, S.A. una sanción de $1.4 millón por infracción ambiental en la llamada Zona Procesadora de Cárdenas, en Ancón.
El desarrollo de esta zona fue adjudicado en 2003 a la empresa Corporación de Desarrollo Panamá-Korea, S.A., con la finalidad de extraer, vender y distribuir piedra de cantera, pero la concesión, de 64 hectáreas, fue cedida a la Constructora Alfa, S.A. en 2008.
De acuerdo con el ministerio, sin embargo, durante la explotación de la concesión se dispuso de minerales no metálicos y desechos sólidos, lo que impactó el cuerpo de agua colindante con el polígono, es decir, el río Cárdenas.
La resolución del ministerio, No. 0321-2015, del 28 de agosto pasado, establece que la constructora deberá someter a consideración de dicha entidad un plan de trabajo dentro de los 30 días siguientes, para reparar el daño ambiental causado.
El documento también solicita la limpieza y reparación del área afectada, en coordinación y supervisión con la Dirección de Protección de la Calidad Ambiental de esa institución.
Antonio Chang
Centro de Incidencia Ambiental
Aunque la constructora cuenta con un estudio de impacto ambiental para estas labores, el Ministerio de Ambiente sostiene que este nunca autorizó el depósito de desechos sólidos.
Ariosto Ramos, abogado de la empresa sancionada, anunció que presentarán un recurso de reconsideración, ya que consideran la sanción como “exagerada”.
Según Ramos, la compañía no ha contaminado el lugar ni causado daños como consecuencia del depósito de desechos sólidos en la zona.
Agregó que en caso de que no tengan una respuesta positiva, acudirán a la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia.
En tanto, Antonio Chang, miembro del Centro de Incidencia Ambiental, subrayó que la multa es “consecuente” con los daños causados.
A la vez, planteó que se debe fiscalizar más las actividades de las canteras en la ciudad capital, que, a su juicio, impactan negativamente los recursos naturales.
A principios de julio de 2014, residentes de Ancón y miembros de la Federación de Comunidades Revertidas denunciaron las afectaciones al ambiente ocasionadas por la cantera y la existencia de un vertedero ilegal.
La exigencia de los vecinos llevó al Ministerio de Comercio e Industrias a anunciar el cierre definitivo de la cantera el año pasado.No obstante, ahora es que las autoridades le aplican una sanción económica.