La desalinización de agua de mar es una opción que estudian autoridades del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) ante la escasez de agua en ciertas regiones apartadas del país.
Actualmente, esa institución cuenta con una planta desalinizadora en la isla de Taboga y lleva a cabo una licitación para instalar otro sistema similar en Contadora.
En ese sentido, José Acevedo, director regional del Idaan de Panamá este, sostiene que estas instalaciones industriales son para lugares donde no hay tomas de agua dulce. Por ejemplo, argumentó que ahora mismo estudian los casos de La Palma, en la provincia de Darién, y el de la isla de San Miguel, en el archipiélago de Las Perlas, donde hay 4 mil 250 habitantes y mil 676 habitantes, respectivamente.
De hecho, señaló que a La Palma tuvieron que llevar 20 mil botellas de agua, porque la principal toma del lugar se secó.
Exdirectores de la institución, como Juan Antonio Ducruet y Abdiel Cano, coinciden en que se trata de una opción que debe medirse con estudios de factibilidad.
Según Ducruet, esta alternativa tiene un alto costo de operación y mantenimiento, aunque considera que es una solución viable. “Por eso siempre se aplica en islas.Hay mucha experiencia en España e Israel”, acotó. Mientras que Cano subrayó que este sistema de producción de agua se puede implementar en zonas turísticas en las que se paga y no hay tomas de agua dulce.