Una empresa estadounidense indemnizará a varios de los panameños que fueron afectados el 23 de octubre de 2006 por el incendio del autobús 8B-06 que causó la muerte de 18 personas, anunció este lunes el abogado de las víctimas.
"Hemos llegado ya a un principio de acuerdo. Estamos en todo lo que es preparar la documentación para que ellos firmen", dijo en conferencia de prensa el abogado Víctor Martínez.
Según este letrado, la empresa estadounidense Northcutt, comercializadora de un gas refrigerante altamente inflamable hallado en el bus siniestrado, ha reconocido su responsabilidad en la tragedia.
Sin embargo, Martínez no dio detalles sobre el monto de las indemnizaciones. Esta decisión beneficiará a 10 familias de 14 víctimas fatales y a 4 sobrevivientes, quienes demandaron a la empresa.
En el siniestro murieron calcinadas 18 personas y 25 resultaron heridas con quemaduras de diversa gravedad.
El bus se incendió en la vía Martín Sosa (La Cresta) por problemas en el aire acondicionado.
La justicia local condenó al conductor del autobús y a su propietario, pero eximió de cualquier responsabilidad al Estado panameño.
Sin embargo, abogados estadounidenses decidieron demandar a la compañía Northcutt ante un tribunal de Kansas, según Martínez.
"Aquí en Panamá para estas personas humildes no hubo justicia, en Estados Unidos sí", añadió el abogado, quien anticipó próximas demandas contra el Estado en organismos internacionales.
Según Martínez, la compañía Northcutt comercializa el gas refrigerante HC-12A, altamente inflamable y prohibido por las autoridades norteamericanas para su uso en el transporte público desde 1990, lo cual no impidió que fuera introducido en Panamá en 2005.
"Hemos peleado por las 18 personas que fallecieron en ese bus y también por todo el pueblo panameño para que eso que nos pasó a nosotros no se repita más nunca", dijo Lidia Atencio, una de las sobrevivientes a la tragedia.
"Esto es un garnatón (bofetada) para este gobierno y para todos los que pasaron" porque "hubo tantas anomalías" en este caso que "ni nos apoyaron ni nos han apoyado todavía", indicó Luis Contreras, otro de los sobrevivientes.
En esta tragedia fallecieron 13 mujeres, 3 hombres y 2 niños, que eran hermanos.