Atrás quedaron los siete meses de duro trabajo que representó aprender notas musicales, marcar el paso, crear coreografías, pero sobre todo ser disciplinados y responsables.
Estudiantes e instructores verán alcanzadas sus metas este 3 de noviembre, cuando se inicien las fiestas patrias y miles de jóvenes salgan a las calles a desfilar para rendirle honor a Panamá en sus 112 años de separación de Colombia.
Durante un recorrido por algunas escuelas ubicadas en vía Israel, en la ciudad capital, este medio constató que los alumnos ya están listos para el momento esperado, afinaban pequeños detalles y sus instructores daban las últimas recomendaciones. Estos últimos coincidieron en decir que no todos los que entraron a las bandas de música, liras, tambores, batallones y escoltas lograron pasar las duras prácticas, muchas veces bajo sol y agua, cada sábado durante cinco o seis horas.
ESCUELA PROFESIONAL ISABEL HERRERA OBALDÍA
Son 80 los integrantes de la banda de música Ascanio Arosemena, dirigida por los hermanos Alexander y José Quiel, director y subdirector, respectivamente. Cuenta con 10 trompetas, 12 clarinetes, 15 saxofones, 15 instrumentos de percusión (bombos, platillos y tambores), 8 flautas y 4 tubas.
José Quiel nos explicó que la dirección de la escuela los contrató este año para traspasar sus conocimientos a los estudiantes, quienes no solo son de la Profesional, también los hay de otros colegios, privados y oficiales, donde no hay bandas de música.
Alexander Quiel es bachiller del Conservatorio Nacional de Música de Panamá y, al igual que su hermano, ha participado de numerosos campamentos musicales.
José estudió tres años en el conservatorio y aprendió en la banda del Instituto Fermín Naudeau, donde cursó sus estudios secundarios.
El subdirector de la banda explicó que todos los instrumentos tienen su grado de dificultad, pero la trompeta es la más difícil, no en vano la llaman “el alma de la banda”.
Cuando esta banda esté el 3 y 4 de noviembre desfilando en la ruta de la cinta costera, una persona dirige todos los acordes y es el tambor mayor, quien puede ser hombre o mujer. Alexander dijo que el perfil que se requiere para este puesto es ser una persona alta de estatura, disciplinada y tener carácter fuerte.
Otro grupo que conforma la banda Ascanio Arosemena es el batallón. Se subdivide en escolta y batallón femenino.
Argelis Guadalupe cursa el duodécimo grado en turismo y tiene tres años de estar en el batallón e igual cantidad de tiempo de ser capitana.
La joven de lindos ojos claros señala que al comenzar las prácticas eran 32 estudiantes, pero finalmente son 23.
Durante los desfiles patrios ejecutarán 15 pasos de calle y piezas (coreografías para acompañar la música popular o típica que toque la banda).
Lo que más les costó, aseguró Guadalupe, fue aprender las piezas para los merengues, sin embargo, lo lograron después de cuatro prácticas. "Nos frustrábamos, pero todo salió bien", dijo con una sonrisa.
Pero, ¿quién ha sido la persona que les ha enseñado todos los pasos? Es el coreógrafo y exmiembro de la banda de música Bredio Escobar. Él nos contó que tiene cuatro años de ser instructor del batallón femenino y 10 de estar en la Profesional.
No ha sido fácil, ya que no es solo enseñarles los pasos a las jovencitas, a muchas les cuesta más porque no tienen ritmo.
El instructor dio a conocer una situación que no es común en las escuelas. En la Profesional las chicas no se entusiasman por ser batuteras, por lo que en esta ocasión después de dos años de ausencia tienen un pequeño grupo de batuteras.
"Somos seis estudiantes que realizaremos los mismos pasos que el batallón femenino, pero usando batutas", señaló la capitana del grupo, Erielys González, de 16 años.
A Escobar no le importa mucho que sean pocas, él piensa “que no importa mucho la cantidad, sino la calidad”.
Y calidad es lo que hay en la Escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía, y eso quedó demostrado el pasado domingo 25 de octubre, cuando ganaron el primer lugar del XIX encuentro de bandas estudiantiles musicales de Panamá, organizado por la Lotería Nacional de Beneficencia.
TESTIMONIO
Le pedimos al instructor del batallón femenino y las batuteras conversar con una de las jóvenes que a su criterio debía reconocérsele su esfuerzo y no dudó en presentarnos a Anayansi Arosemena, de 17 años, estudiante del undécimo grado del bachillerato de comercio, que vive en La Inmaculada de Pacora con su mamá y sus seis hermanos.
Sus limitaciones económicas no han evitado que esta jovencita rinda honor a la patria y tenga sueños como ser administradora de empresas en un futuro.
"Me ha costado mucho estar aquí, al inicio no agarraba los pasos, pero salí adelante. Ahora entiendo que los regaños de mi instructor no eran por gusto", expresó. Agradeció la ayuda de Escobar y sus compañeras. Y no dudó en dejar un mensaje a la juventud para que siempre salga adelante de la forma correcta (ver video).
COLEGIO JOSÉ ANTONIO REMÓN CANTERA
Elvis Cortés, egresado del colegio en 2006 y ahora instructor de la banda, dijo que durante las fiestas patrias desfilarán alrededor de 70 jóvenes que conforman la banda (bombo, cajas, tenores, liras y platillos), el batallón y las guaripolas (bastón de mando).
Empezamos a practicar desde mayo, cada sábado de 10:00 a.m. hasta las 4:00 p.m., pero en el mes de octubre las jornadas son más seguidas y extensas, explicó el ahora estudiante de derecho.
Al igual que en otros colegios, quienes quieran participar deben ser buenos estudiantes, responsables y puntuales.
El día que este medio visitó el Remón Cantera no se hallaban las integrantes del batallón femenino, se nos informó que estaban en la compra de las botas, pero quienes sí practicaban sus pasos eran las guaripolas.
La capitana es Nicole Morris, de 17 años y quien cursa el undécimo grado del bachillerato de ciencias con especialidad en informática.
Ella ha desfilado como guaripola durante cuatro años y este es su primer año como capitana del grupo conformado por 15 jovencitas.
Sus prácticas empezaron en abril pasado y todos los sábados iban al colegio de 11:00 a.m. a 4:00 p.m. para aprender y luego ensayar los ejercicios que realizarán durante los desfiles patrios. "Muchas se salieron porque no lograban dominar el bastón, ahora las que quedamos estamos deseosas de mostrar lo aprendido", afirmó.
Sin embargo, al paso de los años este grupo se ha visto reducido, tanto así que este año no hay batallón masculino, solo está el femenino, con pocas integrantes y la escolta.
Abdiel Cedeño tiene 18 años, cursa el duodécimo grado y es el segundo al mando en la escolta que tiene 12 integrantes.
A diferencia de otros batallones, en el Remón no hay instructores, y se debe a una decisión de la dirección, aseguró el joven graduando.
"Los que tenemos un poco más de tiempo en el batallón les enseñamos a los nuevos", explicó Cedeño.
COLEGIO RICHARD NEUMANN
El director de la banda de liras y tambores, que cuenta con 50 integrantes, es Nicanor Orocú.
Él dijo que luego de seis meses de arduas prácticas todo está listo para desfilar el 3 y 4 de noviembre.
Al llegar este medio a la práctica, la gran mayoría de los estudiantes se había retirado para ultimar detalles sobre el uniforme que usarán durante los desfiles patrios.
INSTITUTO TÉCNICO DON BOSCO
El instructor de la escolta es Rodolfo Chanis, contador de profesión, quien tiene 15 años de enseñarles a los jóvenes que desean formar parte de este grupo del colegio salesiano. Aseguró que lo hace porque le gusta y que no recibe pago alguno.
Explicó que las escoltas son la cara de las escuelas, y los alumnos que la integran deben tener buena estatura, ser disciplinados y tener condiciones físicas.
Para esto último hacen rutinas de ejercicios que les permitan ser fuertes y resistentes. Contrario a lo que sucede en el Remón Cantera, Chanis está convencido de que es la única manera de tener una buena escolta. Sus prácticas se daban cada sábado y desde octubre también lo hicieron cada miércoles y viernes.
La banda Padre Emeterio Serrano es combinada (liras, tambores y cornetas), y su director es Olmedo Ríos. Desde el año pasado su asistente es Jonathan Pimentel, quien aprendió en la banda de música del colegio José Daniel Crespo de Chitré.
Pimentel señaló que la conforman 70 estudiantes, 10 miembros del conjunto típico, las guaripolas y las banderolas, que este año serán la novedad del Don Bosco.
Davis Rentería es uno de los instructores y exalumno graduado en el año 2000. Dice que es importante que cada año se innove, además de ejecutar las marchas conocidas.
Uno de sus integrantes, Roderick López, de 17 años y estudiante del undécimo grado, dijo que hacía unos años quería participar de la banda, pero su mamá le decía que era muy costoso. Pero logró su sueño, y está listo para tocar la caja. Tiene el rango de oficial desde 2013. No fue fácil, hay que lograr el paso y sacar el tiempo y lo que es el acorde de cada marcha, aseguró el joven.
Pimentel nos contó que los dos miembros de menor edad son Gustavo Soto y Víctor Díaz, ambos están en segundo grado y serán los encargados de los platillos.
