El 11.6% de la población estudiantil en Panamá padece de depresión y otro 19.7% sufre de maltrato y acoso escolar, según dejó en evidencia una investigación hecha por personal del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges).
El informe “Prevalencia de la depresión y tipos de maltrato en estudiantes de VIII grado” fue presentado este lunes 6 de junio de 2016. La investigación se efectuó en 46 escuelas públicas de todo el país con una muestra de 3 mil 619 alumnos, de los cuales mil 831 corresponden al sexo femenino y mil 775 al masculino.
Según el estudio, uno de cada 10 jóvenes tiene depresión, es decir, 421 estudiantes del total analizado, y de esta cifra se desprende que 291 eran niñas (69%) y el resto varones.
Además, se evidencia que en las zonas indígenas es en donde se presenta la más alta prevalencia de depresión.
En las áreas comarcales, el 16.4% de los estudiantes sufre de esta enfermedad, 11.7% en zonas urbanas y 9.4% en las áreas rurales.
Con relación al maltrato y acoso escolar, el estudio indica que 2 de cada 10 estudiantes son víctimas de bullying.
De igual manera, se refleja que este maltrato es dos veces más frecuente entre los hombres que entre las mujeres. El 20.6% del total de muchachos encuestados dijo haber sufrido maltrato físico y 84.9% admitió haber recibido maltrato verbal. En cambio, entre las mujeres, el 18.7% dijo haber recibido maltrato físico y el 78.2% reconoció haber sido maltratada verbalmente. Este maltrato es propinado principalmente por sus propios compañeros de escuela.
DIVERSAS CAUSAS
Aldacira Meza de Bradshaw, una de las investigadoras en el proyecto, manifestó que este es un trabajo sin precedentes en el país y que demuestra que tanto la depresión como el acoso escolar son una realidad.
Las causas de ambos problemas son multifactoriales, pero principalmente "es reflejo de los problemas a lo interno de las familias", según la investigadora.
Meza de Bradshaw señaló que los jóvenes que crecen en un núcleo familiar incompleto son más propensos a padecer la depresión. Se suman otros factores como el consumo de drogas, alcohol, el maltrato físico o verbal, lo que eventualmente puede llevar a los jóvenes a pensar en el suicidio.
En tanto, Aida Moreno de Rivera, médica psiquiatra y quien también formó parte de la investigación, apuntó que ambos fenómenos son una realidad a la que debe hacer frente el país a través de medidas de prevención.
"Esta es una herramienta para que las entidades de gobierno como el Ministerio de Educación, Salud y de Desarrollo Social, en conjunto con grupos civiles organizados y los propios padres de familia, trabajen en conjunto para buscar respuestas a estos problemas, además de contrarrestarlos", agregó.