Hace una semana venció el período de gracia que otorgó la Ley No. 17 de 12 de septiembre de 2014, la cual prohíbe a las farmacias vender bebidas alcohólicas, sin embargo, algunos establecimientos incumplen la norma.
En un recorrido por varias boticas en la vía Ricardo J. Alfaro, calle 50 y Paitilla, se constató que la ley, publicada en Gaceta Oficial No. 27626 y firmada por el presidente Juan Carlos Varela, está siendo abiertamente ignorada por los empresarios.
En esta ocasión se inspeccionaron los mismos establecimientos visitados en marzo pasado, cuando estaba en vigor la Resolución No. 1197 de 29 de septiembre de 2013 del Ministerio de Salud (Minsa), que prohibía la venta de bebidas alcohólicas en las farmacias.
En ese entonces, el proyecto de ley era discutido en la comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social de la Asamblea Nacional.
VENTA SIN CONTROL
En este último recorrido se notó el incremento en la exposición de ron y cervezas, nacionales como extranjeras, en los mostradores de los locales.
En el primer establecimiento, ubicado en la vía Ricardo J. Alfaro, la estantería contenía los productos alcohólicos justo frente a la caja registradora.
Incluso, una nevera estaba repleta de licor. La imagen era como un supermercado, con diferentes marcas y tamaños de vino, champán, seco, ginebra y ron.
Para comprar los productos se adquirió, por $10.67, media docena de cerveza internacional y una caja de cigarrillos.
Posteriormente, el punto escogido fue una cadena farmacéutica en calle 50. Allí no había neveras, pero sí un aparador de dos metros de alto, por tres de ancho, en el que se mostraba el licor.
La compra se redujo a seis cervezas extranjeras, una cajetilla de cigarrillos. El total fue de $9.08.
En Paitilla, el panorama fue el mismo. En dos boticas se compró vino chileno y una cajeta de cigarrillos, por $13.72.
La situación fue diferente en otra farmacia del área, ya que las neveras, que en marzo pasado contenían cervezas, ahora ofrecían jugos prefabricados y naturales, sodas, hidratantes, chocolate y hasta leche.
Sin embargo, al llegar a la caja se preguntó a la dependiente si vendían cigarrillos. Su respuesta fue: “¿de cuál desea?”. Se eligió uno al azar y el monto a pagar fue de $6.61.
LEGISLACIÓN CLARA
El jefe del Departamento de Farmacovigilancia del Minsa, Edgar Domínguez, manifestó que la ley es clara y las farmacias no pueden vender licor.
Explicó que la norma, una vez fue promulgada en Gaceta Oficial en septiembre pasado, da 90 días para que los locales dedicados a la venta de productos farmacéuticos se organizaran. (Ver facsímil).
Advirtió que, precisamente, ese plazo venció el pasado 22 de diciembre, por lo que el Minsa podrá imponer sanciones, entre ellas, la suspensión de la licencia de operación por 30 días cuando la falta se comete la primera vez y, si es reincidente, se procede con cancelación definitiva.
Además, la Ley No. 1 de Medicamentos establece sanciones económicas que van desde los $5 mil hasta $15 mil para las faltas más graves.
Domínguez detalló que, en su razón social, las boticas que compartan la venta de otros productos, no podrán marcarse en la misma caja registradora las medicinas y las bebidas alcohólicas. Esto sucede en el caso de los supermercados, donde hay farmacias y se ofrece licor.
FALTA DE COLABORACIÓN
Para el exministro de Salud Fernando Gracia y el expresidente de la Asociación de Representantes y Distribuidores de Productos Farmacéuticos Lucas Verzbolovskis, hay una corresponsabilidad entre propietario de farmacias, autoridades de salud y ciudadanos, a fin de que se garantice la vida y salud de las personas.
Gracia señaló que primero las autoridades sanitarias deben ejercer su función de fiscalización e inspección en los comercios para hacer cumplir la ley.
Además, los propietarios tienen que ser consecuentes y observar la prudencia básica de no vender productos que hacen daño a la salud, por lo que hizo un llamado a la ciudadanía a no adquirir licores en estos lugares.
“Si las farmacias siguen vendiendo licor es porque la población lo compra y sigue siendo un negocio”, sentenció.
En tanto, Verzbolovskis indicó que “el cumplimiento de esta norma dependerá de lo que siempre pasa: la seguridad de que alguna autoridad hará cumplir esa ley y la certeza del castigo”.
(Con información de Yaritza Gricel Mojica).
