El Congreso General Ngäbe Buglé en sesión extraordinaria decidió ayer no ratificar el acuerdo firmado entre las autoridades de esa comarca y el Gobierno sobre el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco.
La postura fue adoptada luego de una votación secreta cerrada en la que ejercieron el sufragio 145 delegados, de los cuales, 76 optaron por el no, 67 por el sí y 2 votos nulos.
El presidente del Congreso General Ngäbe Buglé, Demecio Cases, subrayó que ahora el Gobierno Nacional debe sentarse a dialogar nuevamente con ellos para elaborar un nuevo documento que llene las expectativas de su pueblo.
En tanto, Irene Gallego, viceministro de Asuntos Indígenas del Ministerio de Gobierno, quien estuvo en la sesión, sostuvo que Barro Blanco está prácticamente fuera de la comarca. “Este es el primer acuerdo donde se le da una participación a los indígenas”, aportó.
Durante el encuentro se cuestionó la ausencia de la cacica general Silvia Carrera, quien fue una de las autoridades comarcales que firmó el acuerdo en agosto pasado. La votación concluyó pasadas las 8:30 p.m., en la comunidad de Cerro Algodón.
GOBIERNO, DISPUESTO AL DIÁLOGO
El Congreso General Ngäbe Buglé debatió ayer con fuerza el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, entre la comarca y la provincia de Chiriquí. Fue un día de completa catarsis en un pequeño pueblo llamado Cerro Algodón, donde las montañas se pierden entre las nubes.
Las comunidades estaban divididas sobre su posición respecto al acuerdo firmado entre las autoridades de esa región indígena y el Gobierno, en el que se les otorgaba, entre otras cosas, un 15% de los ingresos brutos de la represa prácticamente terminada.
Quienes se oponían al convenio señalaban que este había sido firmado solo por la cacica general, Silvia Carrera, y algunos caciques regionales y locales.
No obstante, argumentaban que el destino del acuerdo debía definirse en el Congreso General en el que, además de los caciques, también hay 250 delegados que vendrían siendo el equivalente a los diputados en la Asamblea Nacional.
Los que apoyaban el convenio indicaban que era una oportunidad para que la comarca tuviera algo. Se referían a que el acuerdo los hacía partícipes del proyecto y les garantizaría mejores condiciones a la zona indígena.
Además, impedía cualquier otra represa en el río Tabasará.
La discusión se extendió hasta las 5:30 p.m., cuando se decidió llevar la ratificación del acuerdo a una votación secreta. Para ello se creó una comisión independiente que evaluaría el sufragio.
Al cierre de la jornada presentaron los resultados finales que arrojaron 76 votos contra la ratificación del acuerdo y 67 a favor.
Demecio Cases, presidente del Congreso, señaló que se trató de una decisión del pueblo indígena sobre un proyecto hidroeléctrico que viene de hace varias décadas.
“El actual gobierno busca una salida a este problema, porque la represa ya está terminada y eso lo entendemos y felicitamos, ya que otros gobiernos fueron los que aprobaron Barro Blanco, pero lo ideal es que el acuerdo lleve el aval del Congreso General y no solo de algunos caciques”, aportó.
Mientras que Jeremías Montero, cacique regional que aprobó el acuerdo, indicó que tras esta decisión deben acogerse los puntos del acuerdo que traen beneficios a la comarca.
En tanto, Ricardo Miranda, del Movimiento 10 de Abril y opositor al acuerdo, manifiesta que se debe elaborar un nuevo convenio y que sea aprobado por el Congreso General Ngäbe Buglé.
CANCILLER REACCIONA
Por su parte, la vicepresidenta de la República y canciller, Isabel de Saint Malo de Alvarado, quien se encuentra en Nueva York, Estados Unidos, indicó mediante un comunicado que el Gobierno mantiene su disposición al diálogo con el Congreso General y otras autoridades comarcales, con el fin de buscar una salida dialogada y que garantice la seguridad jurídica.
(Lea aquí el comunicado de la vicepresidenta de la República y canciller, Isabel de Saint Malo de Alvarado).
De la misma manera, de Saint Malo de Alvarado exhortó a los actores a debatir a profundidad los términos del acuerdo, los cuales son positivos para la comarca en particular y para el país en general. La vicepresidenta pidió también evitar mezclar el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco con las políticas internas de la comarca.
La canciller apuntó, no obstante, que había 300 delegados habilitados para votar.