Durante los cinco primeros meses del año, un total de 4 mil 880 de niñas y adolescentes entre 10 y 19 años de edad se ha reportado en estado de gravidez, a razón de 32 jóvenes embarazadas por día, revela un informe del Ministerio de Salud (Minsa).
La cifra representa 557 casos más de los registrados por la entidad a mayo de 2015 cuando ascendió a 4 mil 323, es decir, un aumento de 12%. En 2015, el Minsa registró un total de 10 mil 976 niñas y adolescentes de las edades mencionadas en estado de gravidez; 241 más que en 2014, cuando los números sumaron 10 mil 735 adolescentes gestantes.
Estas cifras no incluyen los reportes de la Caja de Seguro Social ni de las clínicas privadas.
Por otro lado, datos del Minsa precisan que el 56.5% de las 14 mil 631 personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en todo el país tiene entre 10 y 39 años de edad.
Mientras que las estadísticas del problema social crecen, se genera en el país el debate sobre las guías de sexualidad del Ministerio de Educación y el proyecto de ley 61 que busca adoptar políticas públicas de educación integral, atención y promoción de la salud.
Todos los sectores involucrados de la sociedad civil coinciden en la necesidad de discutir e implementar la educación sexual en las escuelas; sin embargo, no logran un consenso.
GUÍAS DE SEXUALIDAD GENERAN DEBATE
Las guías de sexualidad que lleva adelante desde julio de 2015 el Ministerio de Educación (Meduca), en conjunto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés), con la finalidad de incluirlas en el currículo educativo, generan debate en diversos sectores de la sociedad civil.
Se trata de tres documentos que buscan capacitar y dar las herramientas al personal técnico de los gabinetes psicopedagógicos, maestros y profesores para que estos transmitan el conocimiento a la población estudiantil de los niveles de primaria, premedia y media, a través de materias como ciencias naturales, religión y educación física, entre otras.
Los guías de sexualidad discutidas en junio pasado se basan en cinco ejes temáticos: sexualidad, derechos y ciudadanía; sexualidad y género; relaciones interpersonales y comunicación; desarrollo de la sexualidad y salud sexual y reproductiva; incluyendo la prevención de embarazos en la adolescencia y las enfermedades de transmisión sexual.
Además, los tres documentos incluyen las bases conceptuales y metodológicas para que los docentes realicen la planeación e implementación de las intervenciones educativas.
Sin embargo, las guías ya reciben sus primeras observaciones por parte de miembros de las asociaciones que integran la Alianza Panameña por la Vida y Familia.
En ese sentido, Ana Melissa Españó indicó que la mayor inquietud es que el modelo de las guías proviene del enfoque de Educación Integral en Sexualidad (EIS), una marca o franquicia de organismos internacionales.
Añadió que los ejes que más le inquietan son los referentes a la ideología de género y los derechos sexuales y reproductivos, especialmente se refirió a las guías elaboradas para primaria.
En ese sentido, Ángela Francés, igualmente miembro de la Alianza, indicó que el tema de ideología de género puede confundir a los niños, ya que una cosa es el sexo y otra el género de la persona.
Francés explicó que “ el sexo corresponde al aspecto anatómico y biológico; mientras que el género corresponde a una construcción sociocultural que permite definir cómo tú te comportas o cómo eres”.
El tema de sexualidad y género se menciona en la página 37 y luego se registra en la página 57, así como en el taller No. 3, denominado “Cómo soy Yo” , indicó.
La representante de la Alianza desconoce de qué forma la ideología de género ayudará a disminuir los casos de embarazos en niñas y adolescentes.
Otro punto de los manuales que genera cuestionamientos es aquel sobre los derechos sexuales y reproductivos, ya que en la página 67 de las guías se refiere a que “Uno de los fundamentos básicos de la Educación de la Sexualidad es la preparación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos en correspondencia con las características y necesidades de cada etapa, fortaleciendo una cultura de protección y cuidado de la salud sexual y reproductiva y contribuyendo, según se explicará en esta sección, a la prevención del embarazo en la adolescencia, las ITS y el VIH/sida”.
Francés desconoce a qué ejercicios de derechos sexuales y reproductivos hacen referencia en las guías.
Tanto Españó como Francés coincidieron en que las guías están relacionadas con el proyecto de ley 61, por el cual se adoptan políticas públicas de educación integral, atención y promoción de la salud, pues ambos se basan en el enfoque EIS.
Ambas representantes de la Alianza afirman estar de acuerdo con la educación sexual, pero que se realice según la edad y de forma veraz y científica.
BORRADOR, EN REVISIÓN
Por su parte, Carlos Staff, viceministro de Educación, indicó que están en la fase ampliada de consulta de las guías, con el propósito de que todos los actores sociales puedan hacer aportes para mejorar las mismas.
Añadió que espera que los aportes lleguen en esta y la próxima semana, de tal manera de tener el tiempo para incorporar estos aportes y luego volver a realizar unas sesiones con los actores interesados, a efecto de mostrar y analizar los cambios.
Las guías no tienen una fecha fija de implementación, debido a que son instrumentos enfocados en la capacitación de los docentes, de modo tal que una vez validadas se deberá programar la capacitación en lo que resta del año, detalló.
Aclaró que la información que está circulando por las redes no corresponde a las guías del Meduca. Esa información no ha sido elaborada ni avalada por ningún funcionario de la entidad, dijo. Mientras que Max Ramírez, coordinador del Programa de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Salud, indicó que el objetivo es reducir el número de embarazos precoces, así como de jóvenes con enfermedades de transmisión sexual.
Los planteamientos de los representantes del Meduca y del Minsa fueron compartidos por Rubiela Sánchez, socióloga y miembro de la Coalición Panameña por la Educación Integral en Sexualidad, quien indicó que durante las reuniones del pasado junio los diferentes sectores de la sociedad realizaron sus aportes .
Recordó que tanto Meduca como Unfpa han asegurado que las guías no llegarán a manos de la población estudiantil. Añadió que el tema de educación sexual se ha postergado por años, mientras que las cifras de niñas y adolescentes embarazadas entre 10 y 19 años de edad van en aumento.
REALIDAD EN CIFRAS
Las últimas estadísticas del Minsa indican que hasta mayo pasado 4 mil 880 niñas y adolescentes entre 10 y 19 años de edad ingresaron a control por embarazo. En mayo de 2015, la cifra era de 4 mil 323 embarazos, es decir, 557 casos menos.
El documento detalla que la provincia de Panamá lidera la tabla, con mil 920; seguida por la comarca Ngäbe Buglé con 810 casos y Chiriquí con 685.
La cantidad total representa el 31.9% de las 15 mil 300 mujeres embarazadas que ingresaron al sistema de control de esa entidad.
En 2015, el Minsa registró un total de 10 mil 976 niñas y adolescentes de las edades mencionadas en estado de gravidez; 241 más que en 2014, cuando los números sumaron 10 mil 735 adolescentes gestantes.
Estas cifras no incluyen los reportes de la Caja de Seguro Social ni de las clínicas privadas.
Mientras que datos del Minsa precisan que el 56.5% de las 14 mil 631 personas infectadas con VIH, en todo el país, tiene entre 10 y 39 años de edad. Además, cifras de la Contraloría General de la República muestran que el 70% de los padres de los bebés es mayor de 20 años.
UN DEBATE AMPLIO
Respecto al tema de educación sexual, el presidente Juan Carlos Varela reafirmó ayer la importancia de que se genere un amplio debate en materia de educación sexual escolar.
“Es importante que el debate se dé; lo que no se puede es eludir el debate, y no tocar el tema, porque es una responsabilidad que tenemos todos como sociedad”, enfatizó.
Añadió que cualquier norma que se apruebe sobre educación sexual debe ser producto de un gran consenso entre padres de familia, educadores y sociedad civil.
(Con información de Urania Cecilia Molina)