Lejos de cumplir con los estándares internacionales están varios equipos del Hospital del Niño (HN) como son los carros de paro y desfibriladores.Dos equipos que pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte de los más de 100 mil niños y niñas que reciben atención en este nosocomio por año. Ana Leandro, médico-pediatra y miembro de la Oficina de Calidad y Seguridad del Paciente en el HN, puso en evidencia la situación precaria en la que están los 20 carros de paro y 5 desfibriladores –aparatos electrónicos portátiles que diagnostican y tratan el paro cardiorrespiratorio– con los que el personal de salud está obligado a trabajar.De hecho, los carros de paro no son más que cajones comunes que fueron habilitados para que cumplieran la función de almacenar todos los insumos necesarios para reanimar a los pacientes. Los parámetros de la Organización Mundial de la Salud establecen que estos deben tener un compartimiento principal en donde se encuentren los monitores, también varias gavetas para medicamentos, tubos y herramientas que permitan reanimar a un paciente, y ruedas para su desplazamiento hasta donde sean requeridos.
Ana Leandro
Médico-pediatra
Con respecto a los desfibriladores, Leandro precisa que solo poseen cinco de ellos y que están ubicados en las áreas críticas, como la sala de cuidados intensivos, cuidados intermedios y urgencias. En el resto de las salas no hay.
Detalla que la función de estos dispositivos es administrar una descarga eléctrica al corazón a través de la pared toráxica. También están integrados con sensores que analizan el ritmo cardíaco del paciente, y determinan cuándo es necesaria la desfibrilación para suministrar la descarga al nivel de intensidad apropiado.
La especialista concluyó que los equipos con los que se ofrece el servicio a los pacientes, ya han cumplido su vida útil, están obsoletos y se hace impostergable reemplazarlos.
NECESIDAD DESCONOCIDA
Jaime Maduro, miembro del Club de Leones y exdirector del patronato del HN, indicó que “en todas las reuniones que yo he asistido nunca el director médico ha presentado la necesidad urgente de este equipo”.
Agregó que cada vez que se requiere conseguir un aparato, este se gestiona a través del propio patronato o por medio de peticiones de donaciones.
En tanto, Paul Gallardo, director médico de este hospital pediátrico, explicó que “hay áreas en las que siempre se está tratando de renovar y poner equipos con nueva tecnología, así que realmente no es que exista una deficiencia al 100% de los equipos”.
Las transformaciones que se están realizando paulatinamente en algunas áreas del hospital, forman parte de la meta que tiene el centro de lograr la acreditación de la gestión institucional a nivel internacional, dijo.
No obstante, Gallardo reconoció que la falta de algunos equipos nuevos no es lo único que los aleja de ese propósito, sino también las “enfermas” estructuras del hospital.
Recordó que actualmente se trabaja en el diseño del nuevo centro y tras más de cinco años de espera, se prevé licitar el proyecto a fin de este año.
Con el ánimo de dar respuesta al tema de los carros de paro y los desfibriladores, las Damas Voluntarias del Hospital del Niño gestionan la obtención de unos 250 mil dólares, para poder comprarlos.
Tibisay Che, presidenta de la agrupación, solicitó a la ciudadanía sensibilizarse con la situación y colaborar con esta causa.
