El fenómeno climatológico de El Niño afecta las 52 cuencas hidrográficas del país, en especial las que desembocan en el océano Pacífico.
Datos del Ministerio de Ambiente detallan que del total de estas cuencas hídricas, 18 salen a la vertiente del mar Caribe a lo largo del 30% del territorio nacional, y 34 pertenecen a la vertiente del Pacífico, el 70% de las tierras panameñas.
Yamil Sánchez, director nacional de Protección de la Calidad Ambiental del Ministerio de Ambiente, explicó que en las cuencas del Pacífico es donde se está observando más sedimentación, así como a lo largo del arco seco en su parte baja y media.
Esta zona se extiende por Coclé, Herrera, Los Santos y Veraguas.
Según Sánchez, la calidad del agua es aceptable, pero cada vez se ve más deteriorada por el lavado de ropa, uso del baño y las industrias. También inciden la tala de árboles, la quema de herbazales y el poco control de la erosión en los afluentes.
A criterio del funcionario, no sirve de nada hacer reservas de agua si su calidad no es la adecuada para el consumo de las personas.
Por su parte, el director Nacional de Cuencas Hidrográficas de la institución ambiental, Noel Trejos, subrayó que Panamá es uno de los países de la región con más recursos hídricos.
Por ejemplo, en toda la República se obtienen unos 200 mil millones de metros cúbicos de agua de los ríos, de los cuales el 6% tiene concesión. Es decir, que se utiliza para el consumo humano a través de las plantas potabilizadoras, para el sector agrícola y el industrial.
Sin embargo, aclaró que esto es poco productivo, si no se sabe administrar.
Informes ambientales señalan que debido al fenómeno de El Niño se han disminuido las precipitaciones hasta en 50%, lo que provocó la reducción en 30% de los caudales de los principales ríos del país.
Actualmente, las cuencas prioritarias de Panamá por sus actividades y características son Chiriquí, Chiriquí Viejo, Río Chico, Santa María, Antón, Río Grande, Bayano, Chucunaque, Pacora, entre otras.
Pero no solo en el Ministerio de Ambiente hay inquietud por este problema.
Edgardo Villalobos, subdirector de Salud Ambiental del Ministerio de Salud (Minsa), recomendó a la población –frente a lo que se vive por este fenómeno– no “malgastar el agua”.
Incluso, considera necesaria estrategias para el ahorro de agua y prohibición de su uso para ciertas actividades como lavado de autos, barridos y piscinas.
Según Villalobos, la población de la región metropolitana consume 200 millones de galones de agua por día, una cifra que “no puede ser sustentable a futuro”.
A la vez, explicó que como parte del trabajo del Minsa se empieza a hacer campaña para cuidar el recurso hídrico de los acueductos rurales, que son manejados por las comunidades del interior.
De hecho, en este programa hay unas 2 mil juntas rurales de acueductos formales, pero puede haber unas 2 mil 500 juntas más que no han sido registradas en el Minsa.
El reto de esa entidad para los próximos años es ampliar su cobertura y formalizar estas juntas, que se encargan de obtener y administrar los acueductos en sus zonas.
ACCESO AL AGUA
Previendo la situación de sequía, el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) le apuesta a algunas medidas para garantizar el acceso al agua.
Abilio Pittí, director general de Operaciones de la entidad, informó que han destinado unos $20 millones para construir represas, dragar y limpiar ríos.
Pittí informó que ya se han hecho algunas adecuaciones en las tomas de agua y en las corrientes ya reducidas por el clima.
Para ello, se instalaron varios equipos de bombeo en las captaciones de agua, de manera que el líquido pueda llegar hasta las plantas potabilizadoras.En el caso de las zonas que se abastecen a través de pozos subterráneos, expresó que se contempla mejorar los 500 existentes y además se prevé perforar por lo menos otros 95.
En medio de este panorama, surge una nueva propuesta que es evaluada por el Idaan y la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP).
Y es que los especialistas en la materia se preguntan si en un futuro las actuales plantas potabilizadoras podrán hacer frente a la demanda de la población.
Luis Barahona, profesor de ingeniería sanitaria en la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), explicó que la capital, donde se concentra la mitad de la población del país, depende de la planta potabilizadora Federico Guardia Conte de Chilibre.
“Cualquier percance que sufra este sistema, ocasionaría la interrupción inmediata del servicio”, precisó.
Además de ello, planteó que el sistema de abastecimiento trabaja casi siempre al 100% de su capacidad.
LA PROPUESTA
En la UTP ya analizaron la posibilidad de que el río Bayano, ubicado en el distrito de Chepo, sea visto como una alternativa viable para el desarrollo de una nueva potabilizadora, que asegure el suministro de agua hasta el año 2060.
De acuerdo con las evaluaciones preliminares, el río Bayano reúne la condiciones para convertirse en una fuente complementaria de la potabilizadora Federico Guardia Conte.
Barahona detalló que el principal inconveniente que quizás presente esta fuente, ubicada a 40 kilómetros de la ciudad, se relaciona con la “calidad del agua”, pero manifestó que ese problema puede ser corregido con el tratamiento adecuado.
El experto explicó que la mayor parte del área inundable del río Bayano no se sometió a un proceso de limpieza, de tal forma que hay una gran cantidad de masa vegetal en descomposición.
Sin embargo, puntualizó que tras hacer algunas pruebas de calidad del agua, principalmente en su desembocadura, se pudo corroborar que no hay problemas de contaminación fisicoquímica que pueda impedir el consumo después de recibir un tratamiento avanzado.
Las proyecciones de esta posible potabilizadora en Bayano indican que podría tener un costo similar al de la tercera fase de la cinta costera, que estuvo por el orden de los $800 millones.
Sobre esta iniciativa, Manuel Soriano, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible, admitió que es “100% factible”, porque permitiría ampliar la capacidad actual del suministro. Además, argumentó que tendría la cantidad de líquido suficiente para satisfacer el crecimiento de la ciudad en los próximos años.
Soriano subrayó que en el Idaan se tiene contemplado realizar un estudio para evaluar la factibilidad de este proyecto, principalmente porque se trata de una reserva con mucha más capacidad que la del Alajuela.
LA EMERGENCIA
Tras el bajo nivel de los ríos y de los dos principales lagos que abastecen de agua al 55% de la población del país –Gatún y Alajuela–, el Gobierno decretó el pasado martes un estado de emergencia.
Para Antonio Chang, miembro del Centro de Incidencia Ambiental, esta medida es “cónsona” con lo que sucede, aunque indicó que el momento también es propicio para que el Ejecutivo planifique el uso correcto que se le debe dar a los recursos hídricos.
Instó al Gobierno a implementar políticas de ahorro de agua en instituciones, escuelas y universidades.
Por último, dijo que mientras por un lado se solicita el uso racional de los recursos hídricos, por el otro se permite la construcción de hidroeléctricas.
“No podemos aceptar que se dé prioridad al uso del agua para energía eléctrica, mientras hay una población que la requiere”, concluyó.
Expertos de hidrometeorología de la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. descartan que El Niño vaya a desaparecer en los próximos días y calculan, más bien, que podría extenderse hasta el primer trimestre de 2016.