Entre 2015 y 2020 deben adoptarse las medidas necesarias para aprovechar la contribución potencial de los jóvenes en el desarrollo del país o, de lo contrario, habrá problemas en el futuro.
Así lo concluye el informe Proceso de Transición Demográfica en Panamá, publicado por la Contraloría General de la República.
El documento señala que ahora mismo hay en Panamá un período en que la proporción de personas en edad productiva crece de manera “sostenida”, el cual se conoce como “bono demográfico”.
En ese contexto, sugiere a las autoridades enfocar los recursos en educación, salud, empleo e integración social, para afrontar el proceso de envejecimiento demográfico que entrará al país a partir del año 2025.
Dimas Quiel, exdirector de Estadística y Censo de la Contraloría, señaló que este bono demográfico será decisivo. “Es como un tren que solo pasa una vez, y si las autoridades no lo aprovechan nos estancaremos”, subrayó.
Para Aris Rodríguez, miembro del grupo El Kolectivo, se requiere un gran diálogo con la juventud.
Mientras, el ministro de Desarrollo Social, Alcibiades Vásquez, dijo que las políticas para este grupo de la población deben ser apoyadas por todos los sectores.
INVERSIÓN EN JÓVENES, EL GRAN RETO DEL PAÍS
La población entre los 18 y 30 años de edad jugará un “papel importante” en las transformaciones que hagan para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible.
De hecho, durante los próximos 15 años el país tendrá que establecer políticas que lo lleven a erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para toda la población.
La coordinadora de proyectos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Edith Castillo, expresó que la población joven puede hacer las transformaciones que el país requiere para cambiar los actuales indicadores de desarrollo.
Castillo destacó la importancia de generar políticas públicas que ayuden al crecimiento intelectual de este grupo de la población, porque para el año 2025 tendrá entre 30 y 40 años.
Eso significa que si no se le genera oportunidades, capacidades, vocería y ciudadanía se tendrá a una población adulta, en edades intermedias, con muchas demandas, carencias y desigualdades.
A raíz de eso abogó por impulsar un “diálogo” sobre la calidad de la educación, en el cual participen los jóvenes como principales actores. Por ejemplo, detalló que Panamá tiene buenos indicadores de empleo, pero cuando se analiza la calidad de trabajo, los resultados no son los óptimos. BONO DEMOGRÁFICOUn informe publicado por la Contraloría General de la República coincide con varios de los planteamientos emitidos por el PNUD.
El documento señala que ahora mismo hay en Panamá un período en que la proporción de personas en edad productiva crece de manera “sostenida”, el cual se conoce como “bono demográfico”, por lo que se recomienda enfocar los recursos en educación, salud, empleo e integración social.
Esto antes de que la población comience a envejecer a partir de 2025.
En ese contexto, Francisco Trejos, miembro del grupo Unidos por la Educación, explicó que pese al crecimiento económico vivido los últimos años, la inequidad sigue latente, por lo que se debe pensar en soluciones diferentes.
“Ya se sabe que es la educación la herramienta, pero debemos innovar. No podemos intentar lograr cambios con la mismas recetas ”, sentenció el dirigente juvenil.
Por su lado, Aris Rodríguez, miembro del grupo El Kolectivo, dijo que el Gobierno debe llamar a un “diálogo urgente” en el que participen los jóvenes.
También indicó que las autoridades insisten en la aplicación de un modelo político “clientelista, que lo único que consigue es colocarse de espalda a la juventud”.
Para Rodríguez esta situación lleva a una mala calidad a la educación y por ende baja calidad de vida.
PLAN DE GOBIERNO
El ministro de Desarrollo Social, Alcibiades Vásquez. explicó que la mayoría de los 979 mil 529 jóvenes que hay en el país asiste a las escuelas públicas con una motivación de querer estudiar, aunque dentro del marco de una educación ortodoxa que los encajona en un sistema.
Según Vásquez, buscan como Gobierno que el Gabinete Social sea el escenario para discutir lo que este grupo de la población necesita.
“No se le puede imponer de arriba hacia abajo, sino con su participación”, aportó el ministro sobre el interés que tienen de que los jóvenes se involucren en las discusiones que les conciernen.
Para las próximas décadas se prevé un descenso de la población del grupo de 16 a 64 años, caso contrario para la de 65 años y más. Debido a esto, expertos señalan que es el momento “preciso” para invertir en la población joven.