Las autoridades de Salud conocían que en la Caja de Seguro Social (CSS) no se estaba recetando una serie de medicamentos a pacientes que padecen de enfermedades como el cáncer –y que tienen meses esperando para cumplir sus tratamientos– debido a que estos fármacos son genéricos.
Así lo dejó en evidencia el presidente Juan Carlos Varela, quien responsabilizó por esta situación a los médicos de la CSS. “No tiene ningún sentido”, dijo, que los medicamentos que se usan y están aprobados técnicamente en el Instituto Oncológico Nacional (ION) no se puedan usar en la CSS.
Hizo un llamado a las autoridades de la CSS y del Ministerio de Salud para que haya una “mejor coordinación” y unifiquen los criterios en este tema, a fin de mejorar la atención a los pacientes.
Aníbal Villa-Real, director del ION, aseguró que el uso de medicamentos genéricos no ha generado riesgo para los pacientes de esa entidad.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Panameña de Hematología, Fernando Díaz, respondió que no es correcto querer responsabilizar a los médicos por el desabastecimiento de medicamentos generalizado que existe actualmente en la CSS. “Esto es inaceptable”, puntualizó.
En este escenario, organizaciones de pacientes reclaman acciones inmediatas a las autoridades.
RECLAMO
El presidente de la Sociedad Panameña de Hematología, Fernando Díaz, rechazó ayer las acusaciones que hicieran autoridades, entre ellas el presidente de la República, Juan Carlos Varela, en el sentido de que son los médicos los que no quieren recetar medicinas genéricas a pacientes con enfermedades crónicas y degenerativas en la Caja de Seguro Social (CSS).
“No entendemos por qué las autoridades insisten en lavarse las manos con los médicos”, manifestó.
Díaz subrayó que desde julio de 2014, la Comisión de Medicamentos de la CSS emitió una nota en la que sustenta los “peligros” de recetar medicamentos de alto riesgo sanitario que no cuenten con el beneficio de una adecuada farmacovigilancia (Ver facsímil).
En ese mismo documento, la Comisión recomienda que “cualquier adquisición de medicamentos de riesgo sanitario alto para uso en nuestros pacientes, tenga como mínimo la certificación de FDA (Food and Drug Administration) o de la EMA (European Medicines Agency)”.
A la vez, sostuvo que la misiva fue remitida a la Dirección General de la CSS, al igual que a los departamentos de Compra y de Logística de la institución, y según él fue acogida y validada en su momento por la anterior administración de esa entidad, y revalidada posteriormente por las actuales autoridades.
Pese a esta restricción, la CSS compró algunos medicamentos de alto riesgo que, según los médicos, no cuentan con las certificaciones de FDA o de la EMA.
LA POLÉMICA
El bortezomib es un fármaco que se utiliza para el tratamiento del mieloma múltiple (tumor formado por células de la médula ósea) y que actualmente no existe en la CSS. No obstante, salieron dos genéricos y uno de ellos fue adquirido por la CSS, pero los médicos se rehúsan recetarlo.
“Ellos sabían que, pese a la compra de esos medicamentos, los médicos no iban a recetarlos, porque no cuentan con los requisitos solicitados, y ahora quieren limpiarse las manos diciendo que nosotros no queremos usar uno de los medicamentos de los tantos que hacen falta”, sustento Díaz.
Sobre este medicamento en particular, Aníbal Villa-Real, director del Instituto Oncológico Nacional (ION), explicó que por muchos años el bortezomib fue una molécula única, y desde hace cinco años surgió un genérico que ha pasado todas las pruebas del Ministerio de Salud, lo que permitió autorizar su uso en el país.
Afirmó que desde hace cinco años se viene usando el medicamento genérico en los pacientes del ION, “sin encontrar ni efectos secundarios, ni efectos tóxicos”.
Agregó que tampoco se ha generado ninguna alarma farmacológica de intoxicación por el uso del medicamento genérico. “Este es el mismo -fármaco- que compró la CSS y que sus médicos se niegan a recetar”, sentenció.
DATOS DEL PROBLEMA
El desabastecimiento de fármacos en la CSS se agravó en febrero pasado, cuando la entidad licitó la compra de sustancias controladas y narcóticos, y exigió que los oferentes tuvieran certificados de la FDA o de la EMA.
Lo anterior se convirtió en requisito esencial para que las compañías pudieran ser adjudicatarias de los renglones de medicamentos para el tratamiento de enfermedades como cáncer, esquizofrenia y VIH.
Esta situación originó una polémica nacional que dividió la opinión de los involucrados.
Por un lado, la CSS y las asociaciones de enfermos, que ven en la exigencia de los requisitos una forma de obtener productos de mayor calidad; y por el otro, el Ministerio de Salud, la Contraloría General de la República y los gremios empresariales, que consideran que la medida afecta la libre competencia y que los documentos que se exigen no son necesarios.
De hecho, el Minsa emitió una resolución en diciembre de 2015, en la que prohíbe a las entidades públicas solicitar requisitos diferentes a los contemplados en la Ley No. 1 de 2001 de medicamentos, al momento de llamar a actos públicos.
LOS AFECTADOS
Esta situación ha generado molestia y temor entre los pacientes que requieren de los medicamentos clasificados como de alto riesgo para sus diferentes tratamientos.
Faustina Díaz, presidenta de la Asociación Panameña de Pacientes y Parientes con Enfermedades Hematológicas, estimó que “los criterios médicos no pueden ser rebatidos, porque ellos son los que saben y los que atienden a los pacientes”.
Agregó que hay medicamentos que no pueden ser cambiados “porque sí”. “Para muchos eso se traduce en un riesgo de muerte”, dijo.
Por su parte, la vicepresidenta de la Federación de Pacientes con Enfermedades Crónicas y Degenerativas, Emma Pinzón, opinó que el desabastecimiento actual es reflejo de las pocas acciones que han hecho los distribuidores de medicamentos sin antecedentes de uso en Panamá, ni en la región, para lograr vender de manera certificada y transparente a la CSS.
Desde su punto de vista, la resolución emitida por el Minsa violó la autonomía de la CSS y ahora son los pacientes los que sufren las consecuencias. “En este momento, los pacientes no tenemos quien defienda nuestro derecho a tener una buena calidad de vida”, afirmó.
Para tratar el tema, hoy, martes, las organizaciones de pacientes sostendrán una reunión con las autoridades de la CSS.