El Ministerio de Educación (Meduca) confirmó que varias escuelas abandonaron el programa de jornada extendida, el cual se puso en marcha en 2015, y que implica que las clases se impartirá en horario de 7:00 a.m. a 3:00 p.m.
El viceministro de Educación, Carlos Staff, informó que como todo proyecto nuevo la jornada única tuvo contratiempos que provocaron que algunas de las 47 escuelas se retiraran “transitoriamente”, aunque no reveló la cifra de los centros escolares que desertaron.
Según el funcionario, se trata de un “grupo menor”, por problemas como la falta de alimentación para los estudiantes y el pago a los docentes que participaron.
No obstante, Staff defendió la iniciativa, señalando que es una estrategia hacia un modelo de educación integral que abarca el arte, la formación en ciudadanía y los estilos de vida saludables.
Explicó que actualmente, el Meduca entró en un proceso de reorganización de algunas jefaturas y direcciones, que incluye la reestructuración de este programa. Eso implica la designación de una nueva persona para que se responsabilice de este programa.
Para el dirigente magisterial Diógenes Sánchez, el programa fracasó porque las escuelas y el Meduca no estaban preparados.
De hecho, aseguró que solo 10 escuelas de las que comenzaron con este proceso el año pasado se mantienen con la extensión del horario.
Sánchez mencionó que la falta de dotación de alimentos a los estudiantes y el pago a los docentes llevaron a que el proyecto no funcionara.
Los educadores que participan en la jornada única debían recibir una compensación de $300 mensuales, pero en la mayoría de los casos no fue así.
Por eso, en el reciente acuerdo que firmaron los gremios magisteriales y el Gobierno para poner fin a la huelga, se plasmó que los docentes que participan de la jornada extendida deben recibir sus compensaciones atrasadas el próximo 29 de septiembre.
Mientras, el presidente de la Confederación de Padres de Familia de la República de Panamá, Eleazar Gómez, consideró que el proyecto es “bueno”, pero no tuvo éxito por la forma en la que se implementó. Incluso, recordó que antes que comenzara el programa propusieron al Meduca que lo aplazara para 2017, pero no los escucharon.
Agregó que ahora desconocen cuál es el número de escuelas que realmente se encuentran dentro del proceso, porque no existe una actualización de las cifras.
Gómez también coincidió con el viceministro Staff en señalar que la alimentación para los estudiantes es uno de los obstáculos que no logra superar este proyecto.
Otro de los compromisos que adquiría el Meduca, y que de acuerdo con los padres no se ha progresado, era el mantenimiento periódico de los planteles que participan de esta jornada.
BONDADES Y OBSTÁCULOS
Noemí Castillo, del grupo Unidos por la Educación, expresó que el programa es “pertinente”, porque ofrece más horas para el aprendizaje escolar.
Aseguró que es más adecuado en comunidades vulnerables, donde los niños no tienen cuidadores en el hogar, o en hogares en los que se carece de libros y otros apoyos educativos.
Otro de los obstáculos que este proceso puede enfrentar, dijo, es la falta de infraestructura escolar, particularmente en zonas vulnerables con escuelas multigrados.
Recomendó que antes de poner el programa en marcha, se debe planificar y organizar la estrategia. Luego, sugirió concitar a los diversos actores de la comunidad educativa a una amplia discusión.
En tanto, el exministro de Educación Miguel Ángel Cañizalez manifestó estar de acuerdo con este programa, siempre que venga acompañado de planificación, presupuesto adecuado y el desarrollo de actividades que mejoren el proceso de enseñanza aprendizaje.
Inicialmente, el Meduca buscaba que 95 escuelas formaran parte de este proyecto.
Incluso, la ministra de Educación, Marcela Paredes de Vásquez, manifestó a principios de año que deseaban “llegar a 150 escuelas con jornada extendida para 2017”.
No obstante, durante el camino se dieron cuenta de que el proceso para incorporar a los centros escolares tomaría más tiempo.