El viceministro de Seguridad Pública, Jonattan Del Rosario, aseguró que la presencia de migrantes en Panamá no representa peligro para la población.
“Los migrantes que ingresan irregularmente a través de Darién pasan estrictos controles de salud y seguridad. Se les toma sus datos biométricos y luego se les otorga una orden para que abandonen el país en un plazo no mayor de 72 horas”, agregó.
En las últimas semanas, cientos de migrantes han llegado al país por diversas vías pese al anuncio del bloqueo de las fronteras hecho por el Gobierno. Al 5 de agosto, un total de 800 migrantes provenientes de Cuba, Haití y África se encontraban varados en Darién.
Según el viceministro, en el caso de los migrantes extracontinentales, es un problema que afecta a todos los países de la región y no se les puede deportar debido a que no portan pasaporte, documento de identidad, no hablan español.
Panamá, explicó el funcionario, está "actuando responsablemente" conforme al derecho internacional y los derechos humanos.
“Lo que nos corresponde es darle una orden para que abandonen el territorio nacional y así lo están haciendo de una manera ordenada, con flujos controlados en su travesía hacía los países de destino que no es Panamá”, añadió Del Rosario, durante la ceremonia de ascenso de 226 miembros del Servicio Nacional Aeronaval.
En la mañana de este martes, 16 de agosto, el Ministerio de Salud realizó un operativo de vacunación y atención sanitaria a los migrantes que se encuentran en la Terminal de Transporte de Albrook.
Pese a que durante los últimos días, decenas de ciudadanos provenientes de Cuba, Haití y algunos países africanos se encontraban durmiendo en esta terminal de transporte, durante el recorrido efectuado por las autoridades, solo pudieron ser contactados unos 15 ciudadanos que buscan llegar a Estados Unidos.
En Darién se ha denunciado, que desde la comunidad colombiana de Sapzurro se desplazan hacia las poblaciones panameñas Lajas Blancas, Peñitas y Canglón, motivo por el cual, se ha redoblado la seguridad con más presencia policial.
El Gobierno anunció la instalación de dos nuevos campamentos humanitarios en las comunidades de Nicanor y Peñitas en Darién, como parte de la operación “Flujos Controlados”.
Estos campamentos, instalados por el Sistema Nacional de Protección Civil, se suman al albergue de Mas Di en Metetí, donde se les da atención médica y se les aplica controles biométricos de seguridad.