El futuro de los Centros de Atención Primaria de Salud Innovadora del Ministerio de Salud (Minsa–Capsi), licitados durante la pasada administración, no es prometedor, ya que la mayoría no prestará servicio por su mala planificación.
El objetivo de crear estas instalaciones de salud era integrar el recurso humano, tecnología y comunicación; sin embargo, hasta el momento no se ha logrado.
Informes del Ministerio de Salud (Minsa) dan cuenta que, de los 20 Minsa–Capsi licitados, 10 fueron terminados, pero solo seis funcionan, entre ellos, Las Tablas y Macaracas, en Los Santos; Ocú y Pesé, en Herrera; Volcán, en Chiriquí, y Finca 30, en Bocas del Toro.
En los otros cuatro, La Villa, en Los Santos; El Coco, en Panamá Oeste; Carlos Santana, en Veraguas, y Nueva Italia, en Colón, el personal está en proceso de capacitación.
El asesor del Minsa Temístocles Díaz informó que la construcción de esas instalaciones es “un crimen de planificación”, porque se ubican en lugares inadecuados. Tampoco existe la posibilidad de contratar el personal requerido y se tienen que edificar las facilidades de acceso, lo que representa un costo extra.
Ante esta situación, Díaz comunicó a la población que varios de estos Minsa–Capsi no serán puestos en funcionamiento.
REALIDAD ESTRUCTURAL
Los planteamientos de Díaz se basan en un informe del Minsa, que establece que las estructuras por entregar no estarían listas para el 1 de diciembre pasado, tal como estaba previsto.
El documento detalla los inconvenientes que se tienen en estos centros de atención, desde la falta de un sistema trifásico –permite la producción, distribución y consumo de energía necesaria para que los equipos médicos funcionen– hasta falta de vías de acceso.
Por ejemplo, el Minsa–Capsi que construye la empresa española Semi, en Cuipo de Cirito, provincia de Colón, necesita la instalación de 16.9 kilómetros de línea trifásica, que utiliza tres tensiones alternas.
Otros centros que requieren este sistema especial de energía, que no se incluyó en el contrato, son los que están bajo la responsabilidad del consorcio Termotécnica- Megaproyectos, en la comunidad El Tigre de los Amarillos, en Veraguas, y Santa Fe, en Darién.
Temistócles Díaz
Asesor del Minsa
El hecho se repite en el Minsa–Capsi de la comunidad de Llano de Cartí, en la comarca Guna Yala, que edifica el consorcio Omega–Ciracet. En este caso, el último poste eléctrico está a 40 kilómetros de distancia.
Mientras que el de Dolega, en Chiriquí, inaugurado el 29 de abril, durante la pasada administración, enfrenta problemas de agua y no hay personal de salud. La obra la ejecutó el consorcio HPC- Contratas-P&V, S.A., a un costo de $8.5 millones.
En el centro de El Tigre de los Amarillos, que mide mil 348 metros cuadrados, no se estipuló la instalación de camas. La población del área no supera las 300 personas. Para empeorar, la comunidad no cuenta con agua, detalla el informe del Minsa.
El coordinador de la Comisión Médica Negociadora Nacional, Domingo Moreno, expresó que desde que se conoció la intención de edificar los Minsa–Capsi advirtieron a las autoridades de turno que no contaban con ningún tipo de planificación.
Denunció que la pasada administración conocía de la falta de personal preparado para laborar en esas instalaciones, además de que no se podían construir en áreas sin agua potable ni energía eléctrica.
La Dirección de Legal del Minsa está en negociación con las empresas contratistas, ya que hay obras que no han sido entregadas porque el pasado gobierno dejó deudas que suman los $100 millones.
ADVERTENCIA
En tanto, Gerónimo Espitia, de la Comisión de Urbanismo de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos, manifestó que la edificación de instalaciones en áreas donde no existían las facilidades básicas sugiere que no se pensó en el beneficio de la comunidad, sino en favorecer a particulares.
Para Espitia, los negocios estuvieron por encima de los problemas reales de salud de la población. Además, consideró que alguien (autoridad) debe pagar por usar los recursos del Estado en la construcción de instalaciones que no funcionarán.
En tanto, el exministro de Salud Javier Díaz salió al paso a los señalamientos y afirmó que cuando reemplazó a Franklin Vergara, en agosto de 2012, los Minsa–Capsi no tenían agua ni luz y por ello impulsó la licitación de estos servicios.
Agregó que al finalizar su administración, en el mes de julio pasado, brindó las explicaciones al nuevo equipo sobre la situación de cada uno de los centros de atención.