Los elementos que ideó Nicanor Villalaz en 1904 para el escudo de Panamá fueron adulterados con el tiempo: piqueta en lugar de azadón, águilas de cualquiera especie o colores a gusto de los gobernantes del momento.
Era un símbolo patrio viciado, hasta que en 2010 hubo un malestar colectivo en el país luego de que el Gobierno de entonces imprimió 60 mil pasaportes con un escudo en el que se plasmó un mazo y no el azadón, que representaba el trabajo.
La situación motivó la creación de la Comisión Nacional de los Símbolos Patrios en 2012, la cual se encarga de cuidar que los emblemas: la bandera, el escudo y el himno se apeguen a sus diseños originales.
LA SELECCIÓN
En el caso del escudo, la Comisión eligió a Armando Díaz, quien prefiere que lo llamen Ologwagdi, para mantener vivo e intachable el legado de Villalaz.
Hoy, desde un pequeño espacio en el Ministerio de Educación en Ancón, este artista guna cura las heridas de la insignia nacional.
Su labor implica dibujar y pintar siete escudos modelos con 10 estrellas, que representan a las 10 provincias, para entidades como la Presidencia de la República, la Corte Suprema de Justicia y la Asamblea Nacional. Estos escudos serían el camino a seguir para futuras réplicas.
Ologwagdi sabe la responsabilidad que tiene sobre sus hombros. “Sería mi mayor legado en mi carrera artística”, sostiene el guna de 63 años, quien espera concluir el trabajo en 2017.
El también activista considera que el escudo es un símbolo “perfecto” desde su creación, ya que su selección fue de manera democrática.
Precisamente, en noviembre de 1903 se llevó a cabo un concurso a través del cual se recibirían proyectos de modelo para el Escudo Nacional. En total, se presentaron más de 100 propuestas, pero la elegida fue la de el también poeta Villalaz.
“No fue un escudo impuesto por una monarquía. Fue un concurso y lo considero un buen ejercicio democrático, pensando en cómo se gobernaban los países en aquel momento”, acotó.
Cada día, este pintor nacido en la provincia de Colón retoca los óleos, ya que tardan hasta meses en secarse. Su idea es hacer escudos intachables que sean dignos de un país como Panamá.
A la vez, lamenta que durante estas últimas décadas no se le haya dado la importancia que merece. “Lo que hago está muy adherido a la vida y también a la patria”, subraya Ologwagdi, quien ha pintado murales en Bolivia y Costa Rica, y tiene pendiente elaborar uno en Estados Unidos.
EL NACIONALISMO
Su arte siempre lleva tintes nacionalistas y sus argumentos también lo denotan. Por ejemplo, plantea que en el tema educativo hubo
retrasos cuando entre 2009 y 2014 el Ministerio de Educación decidió eliminar la asignatura de relaciones entre Panamá con Estados Unidos. “Eso fue un bajón para los estudiantes de secundaria. Estos chicos nos representarán en el futuro y deben conocer la historia”, aportó.
Este gobierno decidió incluir l materia nuevamente dentro del currículum del sistema educativo.
Ologwagdi, de baja estatura, pómulos salientes y voz pausada, considera que dibujar y pintar las correcciones del escudo es una labor muy afín con su discurso. No duda en señalar que este trabajo será un buen cierre para su vida artística.
Por otra parte, en pleno mes de la patria, en el que se le brinda una atención especial a los símbolos patrios, indica que los ciudadanos deben “hacer patria”, es decir defender las causas justas.
Entre los ideales de Ologwagdi están las mejoras al obrero de la construcción, que se le brinde la importancia al tema educativo y a los estudiantes, así como que la clase política sea más transparente.
“Me considero un ciudadano más, pero con gestión de patriota. Nuestro escudo, bandera y también el himno tienen vida para mí”, dijo.
Además, pidió “respeto” para el uso de estos emblemas, no solo en el país sino en el extranjero. En ese sentido, recomendó a los músicos, deportistas y profesionales que salen del país y que quieren mostrar estos símbolos patrios colocarlos siempre por delante.
“He visto a algunos que llevan la bandera como toalla o como una capa y eso no debe ser. Deben presentarla adelante o al lado, ya que se trata de la tela de nuestros amores”, puntualizó.
Ologwagdi, quien pinta y habla sobre la patria, aduce que solo con ser un ciudadano responsable se le rinde tributo a Panamá, sobre todo hoy 3 de noviembre, cuando la nación está de fiesta.