El programa de albergue, alimentación y cuidados a personas mayores de 60 años en riesgo social, que está bajo el paraguas de la Cruz Roja de Panamá, recibe un subsidio mensual de solo $7 mil.
Migdalia Salas, trabajadora social y directora del hogar de ancianos, ubicado en Calidonia, explicó que este se mantiene gracias a un monto que le otorga el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) -$271 mil anual- a la Cruz Roja y esta a su vez destina parte de ese fondo al albergue.
El hogar, que acoge actualmente a 22 ancianos mayores de 60 años hasta los 80 años, son enviados por el Mides, el Ministerio de Salud (Minsa), la Caja del Seguro Social (CSS) y otros simplemente llegan por su propia voluntad.
POCO PRESUPUESTO
Salas asegura que son muchas las carencias que tiene el albergue y es poco el dinero que reciben para mantenerlo y cubrir con las necesidades básicas de las personas mayores.
Eso se debe a que de los $7 mil que le son otorgados -lo que equivale a un sueldo de un mes de un diputado- tienen que ser divididos para comprar alimentos, insumos médicos, para reparaciones de la infraestructura y además, pagar el sueldo de las nueve funcionarias que laboran diariamente en el hogar.
Yessica González, de comunicación de la Cruz Roja y colaboradora del programa, indicó que algunos de los “abuelos”, que reciben pensión, dan un aporte de $30 mensualmente. Pero no siempre pueden contribuir.
Una de las mayores preocupaciones que viven las encargadas del programa tiene que ver con la salud de los ancianos.
"Cuando los abuelos que son pensionados se enferman los atiende la CSS. Los que no lo son, los atiende el centro de salud Emiliano Ponse o el hospital Santo Tomás". "Hasta ahí estamos bien, pero todo se complica cuando son hospitalizados por mucho tiempo", indicó Salas.
La directora hizo referencia a un caso reciente de un señor que demoró unas semanas en el Hospital Santo Tomás y el costo total fue de unos $18 mil, un monto que no pueden cubrir, por lo que se tienen que ver obligados a pedir una exoneración de pago al nosocomio.
Sin embargo, cuando la persona fallece, todo los gastos lo cubre la Cruz Roja.
En tanto, en el lugar habitan dos personas invidentes, los cuales requieren de mucha atención y cuidados especiales, para los cuales el hogar no está capacitado.
CONDICIONES PRECARIAS
El hogar además de necesitar trabajos de pintura, reemplazo de puertas y abanicos, presenta condiciones precarias, lo que representa un riesgo tanto para las personas que habitan en el lugar, como para las colaboradoras.
Un ejemplo de esto es el techo de la cocina, el cual presenta filtraciones y eventualmente podría venirse abajo.
Los colchones en el que duermen los ancianos están deteriorados e impregnados de orina, ya que no pueden contener sus necesidades.
El albergue se encuentra a lado de una casa condenada, la cual no tiene sistema de drenaje ni de desechos, por lo que la mayoría de desperdicios caen en el patio en donde deberían recrearse los ancianos.
Estos desperdicios además de emitir todo tipo de malos olores, traen consigo una serie de mosquitos los cuales pueden transmitir enfermedades.
Casas hogares para ancianos y población de la tercera edad
Según Ana Bernal, trabajadora social del Mides, en la ciudad capital (incluyendo San Miguelito), existen 40 dormitorios para ancianos, pero solo cinco reciben subsidio de esta entidad.
Bernal explicó que cada seis meses, personal del Mides se encarga de verificar las condiciones tanto de los albergues como de los ancianos.
Así mismo, la trabajadora social dijo que ellos actualmente no tienen estipulado un plan para aumentar el apoyo económico que ellos les dan a las casas hogares.
“Nosotros para poder aumentar el aporte económico que le hacemos a estos organismos es necesario que las autoridades encargadas de cada casa hogar realice una solicitud para esto, en donde justifiquen sus necesidades”, explicó Bernal.
Según estimaciones de la Contraloría General de la República, hasta el año 2010 contabilizaron 186 mil 470 hombres y mujeres mayores de 60 años.
En tanto, proyectan que para el año 2020, aumente y lleguen a los 281 mil personas mayores. Mientras que para el 2030 esta población podría llegar a los 416 mil.