Los incendios provocados, la tala ilegal y la titulación de terrenos inadjudicables tienen en jaque al humedal Laguna Matusagaratí, el cual abarca unas 50 mil hectáreas de la provincia de Darién.
Esta zona solo cuenta con unas 15 mil hectáreas protegidas y en estos momentos el Ministerio de Ambiente lleva a cabo un proceso para declarar como reserva ecológica el resto del lugar.
Organizaciones como Alianza por un Mejor Darién denuncian que, debido al abandono en el que mantienen esta zona, empresarios, políticos y ganaderos se han apropiado de algunas áreas del humedal.
De hecho, un incendio provocado, que comenzó a principios de este mes y que no ha podido ser controlado, arrasa con más de 2 mil hectáreas.
Ligia Arreaga, coordinadora de la Alianza, definió como una “tragedia ecológica” lo que ocurre en Matusagaratí.
La Alianza por un Mejor Darién presentó denuncias contra más de 15 personas en esa provincia, por titulación de tierras en zonas inadjudicables.
En tanto, el Ministerio de Ambiente informó a través de su director regional en Darién, Hermel López, que abrió un proceso administrativo contra los responsables del incendio para presentar una denuncia ante las autoridades competentes.
El próximo mes esa entidad realizaría consultas públicas para declarar el sitio como una reserva.
El humedal Laguna Matusagaratí, ubicado en el corazón de la provincia de Darién, está siendo devastado.
Desde inicios de este mes un incendio provocado, que aún no ha sido controlado por las autoridades, arrasa con más de 2 mil hectáreas de las 50 mil hectáreas que componen este sitio natural.
Este humedal es el más grande de Panamá y uno de los cinco más importantes de Centroamérica. Su extensión es casi 10 veces el distrito de San Miguelito y tiene ecosistemas característicos de los cuales dependen cientos de especies.
Su alta pluviosidad, la condición tropical y su aislamiento [separación de la cuenca amazónica por la cordillera de los Andes] han contribuido para hacer de esta región una de las más diversas del planeta: 9 mil especies de plantas vasculares, 200 de mamíferos, 600 de aves, 100 de reptiles y 120 de anfibios. Incluso, hay un alto nivel de endemismo, aproximadamente el 25% de las especies de plantas y animales, según científicos.
Para muchos panameños el humedal Matusagaratí es desconocido, porque está ubicado en un área de difícil acceso de la región selvática de Darién.
Debido a eso, organizaciones ambientales plantean que está ocurriendo una “tragedia ecológica” con ese refugio silvestre. No obstante, el reciente incendio provocó que el Ministerio de Ambiente volviera la mirada a este humedal y agilizara los procesos de consultas y estudios para declararlo un área protegida.
LARGA LUCHA
Desde hace varios años, grupos como la Alianza por un Mejor Darién han estado denunciando anomalías dentro de Matusagaratí, entre ellas incendios provocados, tala ilegal y titulación de terrenos en un área inadjudicable. Estos problemas ya han llegado a entidades como el Ministerio de Ambiente y el Ministerio Público.
A los representantes de la Alianza les ha tocado presenciar año tras año cómo el humedal pierde terreno, pese a que la Constitución de la República señala en su artículo 258 que pertenecen al Estado, y por tanto no pueden ser objeto de apropiación privada, el mar territorial y las aguas lacustres y fluviales; las playas, zonas de manglares, ríos y riberas.
Esto también está sustentado en la Ley No. 41 de julio de 1998, General del Ambiente, la cual indica en su artículo 62 que los recursos naturales son de dominio público.
Para Ligia Arreaga, coordinadora de la Alianza por un Mejor Darién, hay una “deuda” con el ambiente y el humedal Matusagaratí, y si no se hace nada en este momento ganaderos, empresarios y políticos terminarán con ese paraíso.
Uno de los principales problemas es que este humedal no cuenta con una declaratoria de área protegida en su totalidad, indicó Arreaga.
De hecho, solo 15 mil hectáreas, de las 50 mil hectáreas que componen el humedal Laguna Matusagaratí, están protegidas, porque se ubican en la Reserva Hidrológica Filo del Tallo-Canglón. El resto, o sea unas 35 mil hectáreas, están desprotegidas.
“De eso se han aprovechado ganaderos, particulares y algunos empresarios para llevar a cabo incendios y titular las tierras”, contó.
La forma en la que operan no tiene mayor complejidad. Cada verano provocan incendios y luego construyen ranchos en las partes arrasadas por el fuego para reclamar esos terrenos como suyos. En un recorrido de este medio por el sitio afectado se pudo constatar como llegan con sierras y edifican sus ranchos para después comercializar las fincas o propiedades.
Muchas de estas personas evaden a las autoridades o abandonan sus ranchos cuando notan la presencia de los funcionarios. También se niegan a hablar.
El Ministerio de Ambiente abrió un proceso administrativo por el último incendio en el humedal. Incluso, mencionan que tienen a personas identificadas por este desastre.
El Ministerio Público en Darién llevará a cabo, igualmente, una audiencia a finales de este mes por la supuesta apropiación de terrenos que son inadjudicables y también por daño ambiental, tras una denuncia presentada por la Alianza.
Estimaciones de las autoridades ambientales dan cuenta de que de las 50 mil hectáreas de Matusagaratí, unas 20 mil hectáreas pueden haber sido tituladas o por lo menos contar con derechos posesorios. “Solicitamos una investigación sobre cómo fueron otorgados esos títulos de propiedad”, añadió Arreaga.
Para Susana Serracín, miembro del Centro de Incidencia Ambiental, es “urgente” que se proteja legalmente esas 50 mil hectáreas, o de lo contrario será “nefasto” para los ecosistemas de la zona. “Desaparecen jaguares, garzas y otras especies”, dijo.
El también ambientalista Harley Mitchell, hijo sugirió a las autoridades mayor celeridad en la creación del área protegida, antes de que sigan traficando con los terrenos del lugar.
MÁS DENUNCIAS
Otra de las denuncias de los ambientalistas es la siembra de arroz y palma aceitera en el área, supuestamente por la empresa Agricultura y Servicios Panamá, S.A.
La Alianza por un Mejor Darién y el Ministerio de Ambiente indican que estos sembradíos están localizados en la parte del humedal que aún no está protegido.
Sin embargo, para los activistas la empresa no puede intervenir ni titular área de humedal, debido a que la normativa no lo permite.
A esta empresa el Ministerio de Ambiente le abrió un proceso administrativo por la siembra de palma aceitera sin estudio de impacto ambiental. También fue denunciada por la Alianza por un Mejor Darién, junto con más de 20 personas, por la titulación en zona de humedal.
A la vez, los ambientalistas denunciaron la apertura de canales en los cultivos de esta empresa, que están “secando” parte del humedal.
Otro nombre que la Alianza por un Mejor Darién y autoridades mencionan es el del empresario Javier Daza Pretelt, en lo que respecta al tema de la supuesta titulación de tierras en el humedal Matusagaratí.
Daza Pretelt fue acusado en Colombia, junto con otras 15 personas en 2014, por desplazamiento forzado y despojo de tierras, según reportan medios colombianos como El Tiempo y El Espectador. Incluso, tiene una orden de extradición a ese país.
Hermel López, director del Ministerio de Ambiente en Darién, indicó que hay una invasión creciente y presión sobre el humedal para comercializarlo. Narró que el incendio inició el 6 de marzo y cuando realizaron la inspección vieron la laguna encendida.
“Para el país y Centroamérica esta región es muy importante. El golfo de San Miguel en su momento tenía hasta el 60% de la pesca comercial de Panamá, pero los daños a estos humedales merman esa actividad. Las aves migratorias también llegan a este humedal. Allí hay jaguares y otras especies valiosas”, resaltó.
A petición de varias organizaciones ambientales y la sociedad civil, el Ministerio de Ambiente contrató al Centro Regional Ramsar para realizar un estudio sobre la zona y elaborar una propuesta de área protegida para Matusagaratí.
“La legislación vigente le da una protección por ser humedal. Pero dada la situación se busca darle mayor protección”, aportó.
Como parte de eso, anunció, el próximo mes se llevará a cabo un foro en Darién con los sectores involucrados para cuidar el sitio.
EMPRESA SE DEFIENDE
Pocos de los supuestos propietarios de tierras en la zona quisieron hablar.
No obstante, Francisco Hurtado, gerente de Agricultura y Servicios Panamá, S.A., señaló que iniciaron actividades agrícolas en 2012, aunque desde 2007 comenzaron el proceso de la compra de tierras. “Se presentaron todos los estudios para ese proyecto”, acotó.
Indicó que sus terrenos no están en áreas protegidas. “Eran terrenos titulados o en proceso de titulación. Nosotros no hicimos ningún proceso directo de titulación”, acotó.
Hurtado sostuvo que ahora mismo tienen destinadas 700 hectáreas en arroz y más de 400 hectáreas en palmas.
Respecto a que la nueva área protegida afectaría su actividad, subrayó que desde hace tres años quieren aumentar la extensión del área protegida.
Nosotros tenemos la certeza de que nuestra finca no es ningún humedal. Es un área baja y desde hace 40 años está dedicada a la ganadería”, sostuvo.
Mientras que en el tema de la consulta pública para la futura declaratoria de Matusagaratí como reserva ecológica, aseguró que serían los primeros interesados en participar.
El empresario consideró que la laguna debe ser protegida, pero al ampliar el polígono habrá más problemas para su cuidado.
“Nuestros drenajes cuentan con estudios, ya que en el invierno ayudan a evacuar cualquier exceso de agua lluvia y en el verano retienen agua. Se tratan de acusaciones infundadas”, concluyó.